Saif al Islam, hijo del líder libio Muamar al Gadafi, afirma estar dispuesto a celebrar elecciones en un plazo de unos tres meses, como máximo a finales de año, bajo la supervisión de observadores internacionales para terminar con el conflicto en Libia.

En una entrevista que publica hoy el diario italiano "Corriere della Sera", Saif al Islam, considerado hasta ahora el sucesor de la "presidencia hereditaria" libia instaurada por su padre, se muestra además convencido de que ellos ganarían esas elecciones, pues, dice, Gadafi "es aún popular en su país".

"Elecciones. Se podrían celebrar en un plazo de tres meses. Como máximo a finales de año. Y la garantía de su transparencia podría ser la presencia de observadores internacionales. No especificamos cuáles. Aceptamos a la Unión Europea, la Unión Africana, las Naciones Unidas o la misma OTAN", afirma el hijo de Gadafi.

"Lo importante es que el escrutinio sea limpio, que no haya sospechas de fraude -añade-. Y entonces todo el mundo descubrirá cuán popular es aún Gadafi en su país. No tengo ninguna duda: la gran mayoría de los libios está con mi padre y ve a los rebeldes como fanáticos integristas islámicos, terroristas instigados desde el exterior, mercenarios a las órdenes de (Nicolás) Sarkozy".

Saif al Islam, quien acusa a los rebeldes del Consejo Nacional de Transición de Libia (CNT) de ser "marionetas" del Gobierno francés, afirma que en el periodo previo a las elecciones "habrá, de todos modos, que elaborar la nueva Constitución y un sistema de medios de comunicación completamente libre".

"El modelo podría ser Estados Unidos, Nueva Zelanda o Australia. En estos meses he adquirido una convicción profunda: la Libia de antes del 17 de febrero ya no existe. Suceda lo que suceda, incluso la derrota militar o política de los rebeldes, no se podrá volver atrás", indica el hijo de Gadafi.

"El régimen de mi padre como se ha desarrollado desde 1969 está muerto y enterrado. Gadafi se ha visto superado por los acontecimientos, pero también (el presidente del CNT, Mustafá) Abdelyalil. Es necesario construir algo completamente nuevo", añade.

Ante la posibilidad de que esas hipotéticas elecciones las ganen los rebeldes, Saif al Islam asegura que aceptarán el resultado, pero que no se apartarán, no se irán del país, como ha repetido en varias ocasiones Gadafi, al asegurar que quiere morir en Libia.

"Sin embargo, estoy convencido de nuestra victoria. De los poco más de cinco millones de libios, al menos los dos millones residentes en Trípoli están con nosotros y también en Bengasi tenemos una mayoría que nos apoya. Simplemente allí la gente no puede hablar por miedo a represalias", afirma.

"De todos modos, si perdiéramos, obviamente dejaríamos el Gobierno. Respetamos las reglas", agrega.

Saif al Islam considera que Francia sería el Gobierno extranjero más apropiado para mediar en la transición hacia las elecciones en Libia, pues, según él, París impone la política de los insurgentes de Bengasi y ha sido el presidente francés, Nicolás Sarkozy, "quien más ha querido la intervención de la OTAN".

El hijo de Gadafi afirma que primero hay que "poner fin a la guerra, imponer la ley y el orden en todo el país" y luego ya se hablará de los nuevos contratos para la explotación del petróleo, para lo que, dice, "los rusos cuentan con una carta más".