Más de ochenta personas murieron ayer en la ciudad siria de Hama (centro) por los disparos de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que cita "fuentes médicas fiables".

El grupo opositor lo anunció en una breve nota en su página web sin dar más detalles.

Por su parte, los llamados Comités Locales de Coordinación en Siria informaron hoy en Facebook de que han conseguido identificar hasta ahora a "73 mártires" fallecidos durante la jornada de protestas de ayer, bautizada como "Viernes de los niños de la libertad".

En un principio, varias organizaciones opositoras habían calculado en 45 los fallecidos ayer en distintas ciudades de Siria, de los cuales 30 en Hama.

Los Comités revelaron hoy que los vecinos del barrio Al Hader de Hama se enfrentaron a "matones" armados y efectivos de las fuerzas de seguridad que intentaron irrumpir en el hospital Al Bader.

Según esa organización, un gran número de vecinos se congregó en el centro sanitario y evitó que los agresores entraran en él.

El mismo grupo agregó que anoche hubo una manifestación en el bario de Al Hader y en la zona del mercado de Hama, pero antes de que ambas protestas confluyeran varios francotiradores dispararon desde las azoteas del edificio de Correos, un centro cultural e instituciones gubernamentales contra los ciudadanos.

En 1982, Hama fue escenario de una masacre perpetrada por el régimen de Hafez al Asad, padre del actual presidente, para aplastar un levantamiento islamista que causó entre 10.000 y 40.000 muertos.

Más de mil manifestantes han fallecido desde el inicio de las revueltas populares a mediados de marzo pasado contra el régimen de Bachar al Asad, que comenzaron esporádicamente para después intensificarse.