El candidato nacionalista peruano Ollanta Humala acusó hoy al presidente Alan García de apoyar a Keiko Fujimori, su rival en la segunda vuelta electoral del domingo, y pidió a la Embajada de EEUU que se pronuncie sobre una denuncia de que él recibe financiación del Gobierno de Hugo Chávez.

En una rueda de prensa con medios extranjeros, Humala afirmó que tiene "indicios razonables de que el Gobierno no es imparcial", y mostró su preocupación porque cree que en las elecciones "hay que respetar la voluntad popular", aunque no quiso pronunciarse ante la posibilidad de que pueda existir fraude.

Humala se hizo eco de una denuncia publicada por el diario "La República" que cita unos audios con supuestas interceptaciones de conversaciones en la sede de su partido.

"Esa es una muestra clara del apoyo del presidente Alan García a la campaña de la congresista Fujimori. Se ha puesto la camiseta naranja (el color que identifica a los fujimoristas) y no la blanquirroja", dijo en alusión a los colores nacionales de Perú.

El candidato de la alianza Gana Perú exigió, además, que se informe si los equipos de alta tecnología que tiene la Dirandro (dirección antidrogas) pertenecen a Perú o a la Embajada de EEUU en Lima.

Humala también se dirigió a la embajadora estadounidense, Rose M. Likins, para pedirle que se pronuncie sobre la denuncia de Roger Noriega, exsecretario de Estado para América Latina, de que su campaña es financiada por el presidente venezolano.

"Rechazamos esa calumnia totalmente", destacó el candidato, y consideró que se trata de "un acto irresponsable de este exembajador que a título personal dice mentiras y no tiene pruebas para justificarlas", lo que tildó de "una intromisión en los asuntos internos del Perú".

Según informaron hoy medios locales, Noriega declaró a una cadena de televisión estadounidense que el dinero que recibe Humala llega desde Caracas vía La Paz, aunque agregó que no podía revelar la procedencia ni identidad de sus fuentes.

"Esa es una mentira, es una calumnia de un operador, de un ''lobbista'' del fujimorismo que viene a ensombrecer una campaña limpia, una campaña bien hecha", afirmó hoy Humala, quien dijo ver una "clara muestra de desesperación del bloque fujimorista".

"Le exigimos mostrar las pruebas", insistió, y reiteró que la embajadora Likins debería "señalar quién es este señor para aclarar las cosas".

El candidato, que mantiene con Keiko una cerrada pugna electoral, también ratificó que de obtener el triunfo formará un gobierno de "concertación nacional", y admitió que ha tenido que hacer cambios a su plan original para "aclarar" temas controvertidos.

Dijo que su plan recibió "críticas legítimas" después de ganar la primera vuelta, del pasado 10 de abril, y que los cambios le permitieron obtener el apoyo de personalidades independientes como el escritor Mario Vargas Llosa.

"Lo importante es que el hilo conductor, que es el crecimiento económico con inclusión, se mantiene incólume", afirmó.

Humala también dijo que el apoyo del partido Perú Posible, del expresidente Alejandro Toledo, le permitirá asegurar la estabilidad democrática y del Congreso de la República, ya que Gana Perú no cuenta con la mayoría absoluta en el Legislativo.

"Queremos dar un mensaje claro de garantizar la estabilidad en el Congreso y trabajar desde hoy mismo en una agenda constructiva", remarcó.

Añadió que su gobierno fortalecerá el crecimiento económico con inclusión social, los derechos laborales y convocará a los capitales privados para establecer acuerdos que permitan desarrollar grandes proyectos de infraestructura.

Humala anunció que implementará un "plan de retorno" para los más de tres millones de peruanos que viven en el exterior con programas que les ofrezcan créditos, la creación de un distrito electoral para que elijan a sus congresistas y exoneraciones tributarias.

"Vemos con optimismo el 5 de junio, algo que veo en las calles más que en las encuestas. Creo que el pueblo peruano va retomando la memoria", afirmó, y expresó su certeza de que superará el 50 % de los votos que le permitirá acceder a la presidencia y comprometerse "a cumplir" sus promesas.