Al menos 25 personas, la mayoría de ellas policías, murieron ayer en un ataque suicida cerca de edificios oficiales en la localidad de Hangu, en el noroeste de Pakistán, informaron fuentes policiales. El atentado, que según el canal privado ARY fue reivindicado por el movimiento talibán paquistaní, dejó heridas a más de 54 personas y causó daños en la oficina del jefe policial del distrito.

Un suicida detonó la carga explosiva que llevaba en su vehículo justo a la entrada del recinto, donde había un cordón de fuerzas de seguridad. La zona de la explosión está plagada de edificios oficiales, entre ellos un tribunal y la sede de la jefatura administrativa del distrito.

Hangu, que pertenece a la conflictiva provincia de Khyber-Pakhtunkhwa, es una de las localidades de acceso a las áreas tribales de Pakistán, fronterizas con Afganistán y que cuentan con fuerte presencia de grupos talibanes.