El jefe de Estado portugués, el conservador Anibal Cavaco Silva, anunció ayer que acepta la renuncia presentada el 23 de marzo por el primer ministro socialista José Sócrates, y convocó elecciones anticipadas para el 5 de junio. La decisión del presidente luso pone fecha al cierre de una crisis política que ha incrementado la presión de los mercados sobre la deuda soberana lusa y tiene al país al borde de un rescate financiero.

Los partidos lusos preparaban ya la campaña electoral convencidos del inevitable adelanto de los comicios, que se confirmó horas después de que el Gobierno dimisionario reconociera un aumento de 3.000 millones de pérdidas en el sector público que eleva el déficit de 2010 desde el 7,3 al 8,6%.

Cavaco aclaró que, tras la disolución de la Asamblea Legislativa, el Gobierno de Sócrates continua en funciones y con las atribuciones suficientes para tomar las decisiones financieras que exija el país, en alusión a la petición del rescate, que el Ejecutivo se ha mostrado opuesto a tramitar.

Cavaco pintó un negro panorama de la situación económica, política y social del país y pidió a todos los partidos que ayuden a lograr, tras las elecciones, un ambiente político que permita superar los problemas nacionales "extremadamente graves".