El asalto al complejo de la ONU en la ciudad afgana norteña de Mazar-i-Sharif produjo siete muertos entre el personal de la ONU, de los que tres son trabajadores internacionales y cuatro guardias nepalíes asignados a la Misión del organismo en ese país, informó hoy un portavoz oficial

La misma fuente señaló que el número total de muertos podría llegar a veinte incluyendo a civiles locales.

El asalto a la sede de la ONU en esa ciudad se produjo en el transcurso de violentas protestas contra la quema de un Corán en Estados Unidos hace unas semanas.

La brutalidad del ataque ha causado conmoción en Naciones Unidas, cuyo secretario general, Ban Ki-moon, lo condenó y calificó de "ataque cobarde, que no tiene justificación alguna".

Además, el Consejo de Seguridad de la ONU convocó a partir de las 21.00 GMT una reunión de urgencia sobre Afganistán.

Las protestas se tornaron violentas y, tras la oración del viernes, miles de personas se echaron a las calles de Mazar-i-Sharif en protesta por la quema de un Corán, el pasado 20 de marzo, en una iglesia de Florida (EEUU), que esta semana fue denunciado por el presidente afgano, Hamid Karzai.

Fuentes policiales, en declaraciones en Afganistán, señalaron que aunque la protesta fue pacífica al inicio, más tarde varios manifestantes comenzaron a disparar y mataron a trabajadores de la ONU e hirieron a decenas de civiles.

Una fuente citada por la agencia afgana AIP aseguró que los manifestantes lograron reducir a los guardias del edificio, les quitaron las armas y prendieron fuego a la sede de la organización internacional.

El enviado especial de la ONU en Afganistán, Stefan de Mistura, se trasladó a Mazar-i-Sharif para evaluar los daños y reunirse con el personal de Naciones Unidas.

El mortal asalto ha sido condenado por la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, así como por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que también hizo un llamamiento a la calma e instó a todas las partes a "rechazar la violencia y resolver las diferencias mediante el diálogo".