La llegada de inmigrantes a Lampedusa se ha ralentizado en las últimas horas de hoy, cuando está prevista la visita del primer ministro italiano Silvio Berlusconi, a esa isla, que acoge ya a unos 6.200 inmigrantes y en la que anunciará "medidas de indemnización y compensación" para sus habitantes.

Según informan los medios de comunicación italianos, durante la noche no se registraros nuevos desembarcos, aunque señalan que los Carabineros (policía militarizada) interceptaron una treintena de personas indocumentadas que habían alcanzado las costas de la isla de Linosa, que, como Lampedusa, forma parte del archipiélago de las Pelagias.

Esos medios indican asimismo que otros seis inmigrantes fueron socorridos en el Canal de Sicilia por una embarcación de la Marina militar, cuando la barcaza en la que viajaban estaba a punto de hundirse.

Está previsto que hoy lleguen a Lampedusa, que vive una nueva situación de emergencia, un total de seis barcos que se encargarán de evacuar a los indocumentados que se encuentran en la isla hacia otros puntos de Italia, donde se han dispuesto centros de acogida.

Con la visita de Berlusconi a la isla, quedó aplazado, en principio, hasta mañana el consejo de ministros previsto para este miércoles para afrontar la situación de Lampedusa.

La visita del jefe del Gobierno llega tras los momentos de desencuentro y de tensión registrados en la isla en los últimos días debido a las protestas de los isleños por la que consideran una mala gestión de la crisis por parte del Gobierno y las críticas al Ejecutivo al que achacan haberlos dejado solos ante el problema.

Una nueva polémica ha surgido en las últimas horas después de que el líder del partido federalista de la Liga Norte, Umberto Bossi, socio en el Ejecutivo de Berlusconi, manifestara, en una expresión en dialecto, que los inmigrantes deben irse, al tiempo que dijo que ninguna región del norte desea acogerlos.

La distribución de esas personas indocumentadas entre las regiones italianas es una cuestión que se debate estos días y que está levantando ampollas, puesto que muchos presidentes regionales se muestran reacios a albergarlas en su territorio.

A este respecto, el ministro del Interior, Roberto Maroni, aseguró en los últimos días que la única región que quedará exenta de la acogida será la de Los Abruzos, que todavía se está recuperando de las consecuencias del terremoto del 6 de abril de 2009.

Maroni también señaló la necesidad de distinguir entre refugiados e inmigrantes clandestinos, y abrió la puerta a las repatriaciones en masa en el caso de estos últimos.