La organización ecologista Greenpeace pide que se amplíe a 40 kilómetros el radio de evacuación alrededor de la central nuclear de Fukushima Daiichi (Japón) al detectarse a esa distancia dosis de radiación 100 veces superior a la permitida que serían especialmente peligrosas para niños y mujeres embarazadas.

Así, un equipo de expertos en protección radiológica de la ONG ha medido y confirmado niveles de hasta 10 microsievert por hora en el pueblo de Iitate, a 40 kilómetros al noroeste de la central accidentada y a 20 kilómetros fuera de la zona de evacuación. Estos niveles, según Greenpeace son "demasiado altos" para que la población siga en la zona.

Además acusa a las autoridades japonesas de ser "totalmente conscientes" de la dispersión de altos niveles de radiación más allá de la zona de evacuación y de no actuar para proteger a las personas o mantenerlas informadas sobre los riesgos para la salud. "Permanecer en esa zona puede suponer recibir en tan solo unos pocos días la dosis máxima de radiación anual permitida. Si a esto le sumamos la contaminación por la posible ingestión o inhalación de partículas radiactivas, los riesgos son incluso mayores", ha asegurado el experto en protección radiológica de Greenpeace, Jan van de Putte.

Por eso, exige a las autoridades niponas que empiecen a decir la verdad sobre los verdaderos peligros de la situación e insta a Japón y al resto de países a invertir fuertemente en eficiencia energética y a "redoblar" sus esfuerzos para aprovechar las fuentes de energía renovable limpias y seguras.

A este respecto, en declaraciones a Europa Press, el portavoz de la campaña nuclear de Greenpeace España, Carlos Bravo, ha subrayado que los niveles detectados a 40 kilómetros --20 kilómetros más lejos que el área de evacuación obligatoria-- son 100 veces más altos de lo permitido.

Asimismo, sobre el error en las mediciones de radiactividad detectado en Japón, donde se dijo este fin de semana que los nievles eran un millón de veces superiores a lo permitido cuando en realidad eran 100.000 veces mayores a los permitidos, Bravo ha dicho que, en cualquier caso, son dosis "muy elevadas" y "sumamente preocupantes".

Además, ha incidido en que este lunes se ha reconocido la fusión parcial del núcleo del reactor número dos y que ya se ha detectado cesio 137, un elemento que se detecta en cantidades importantes cuando se fusiona el núcleo. "El Gobierno japonés está reconociendo las cosas con días de retraso", ha criticado.

IGUAL QUE CHERNOBYL

De este modo, Bravo apunta que, de acuerdo a las mediciones de radiactividad en la zona realizadas por expertos de Greenpeace, las radiaciones de cesio 137 liberadas en Fukushima entre el 11 y el 16 de marzo equivalen al 50 por ciento de las liberadas en el accidente de Chernobyl y el yodo 131, equivalente al 20 por ciento de lo que salió al exterior en aquella ocasión. "Ya han pasado 18 días. Los datos del día 23 ya han superado la radiactividad que salió en Chernobyl", ha apostillado.

Por eso, ha señalado que Greenpeace exige que el accidente se califique como accidente de nivel 7, que es el máximo de la Escala INES, que va de 0 a 7, y que se tomen otras muchas medidas de protección sanitaria.

En cuanto a España, ha acusado al Gobierno español de seguir "metiendo la cabeza debajo del ala" y de seguir la política japonesa de "secretismo y minimización", ya que asegura que la nube tóxica ya ha llegado a España aunque con dosis de radiactividad dentro de lo normal, y "no se están tomando medidas".

Entre estas medidas, propone que los viajeros que vengan de Japón se sometan a exámenes obligatorios y en profundidad para saber si llevan tanto radiactividad externa como partículas en la ropa o equipajes que puedan poner en riesgo al resto del pasaje y al propio avión o que lleguen a España con contaminación. Por eso ha subrayado que estos exámenes debería practicarse por parte de Japón, aunque una vez en España se les vuelvan a someter a pruebas de este tipo. "El que venga tiene que ser chequeado, pero España no está dando información al respecto. Son más secretistas aquí que en Japón", ha concluido.