Al menos 74 personas han muerto a causa del seísmo que sacudió el jueves la región del noreste de Birmania colindante con Tailandia, de difícil acceso y controlada, en parte, por los ejércitos del narcotráfico.

Es el balance oficial de víctimas mortales anunciado por la radio estatal birmana, que difiere del que hacía casi 24 horas tras el seísmo el grupo rebelde Ejército del Estado Shan, que las elevaba a 130 y contabilizaba 230 heridos.

El epicentro del terremoto fue localizado en el estado Shan, zona montañosa incluida en el "Triángulo dorado de la droga", donde convergen las fronteras de Birmania, Tailandia y Laos, y del que cada año salen toneladas de heroína y diferentes narcóticos sintéticos.

La fuerte sacudida causada por el seísmo, que según el Servicio Geológico de EEUU fue de 6,8 grados en la escala abierta de Richter, sorprendió de noche a los habitantes de esta región.