Francia y Reino Unido, los dos países europeos que han asumido el liderazgo de las operaciones en Libia, van a proponer a la comunidad internacional una solución "política y diplomática" para complementar el esfuerzo militar y resolver el conflicto en el país norteafricano.

El presidente, Nicolas Sarkozy, anunció ayer en Bruselas que los dos países trabajan en una "vía común" de cara a la cumbre que el próximo martes reunirá en Londres a los ministros de Exteriores de la coalición contra el régimen del dictador libio Muamar el Gadafi.

El objetivo de la propuesta franco-británica, según Sarkozy, será mostrar que "la solución no puede ser sólo militar, sino también política y diplomática", aunque no avanzó ninguna precisión al respecto.

El primer ministro británico, David Cameron, sin hacer referencia a esa iniciativa conjunta, subrayó que la reunión del martes debe "dar un mensaje de unidad contra Gadafi a nivel militar, político y diplomático".

El plan de los dos socios europeos llega después de que el jueves la Unión Africana (UA) decidiese invitar a representantes de Trípoli y de la oposición a negociar un alto el fuego.

La organización africana, sobre la que Gadafi ha mantenido una gran influencia en los últimos años, reiteró además su oposición a la "intervención militar extranjera" llevada a cabo por la coalición, en aplicación de la resolución 1973 del Consejo de Seguridad de la ONU.

Evitar una "masacre"

Pese a esa nueva vía diplomática que pretenden abrir, Sarkozy y Cameron volvieron ayer a defender sus ataques contra objetivos de Gadafi, que han permitido evitar una "masacre" sobre la población civil, según dijo el presidente francés.

"Con la intervención damos más espacio a los libios a construir su futuro sin ser asesinados", indicó Cameron, quien rechazó que Gadafi se involucre en el devenir del país.

Los dos líderes coincidieron además al hacer un claro llamamiento a los leales al régimen para que lo abandonen y puedan integrarse en el diálogo político sobre el futuro de Libia, dando una idea de hacia dónde pueden dirigirse los esfuerzos diplomáticos.

"Si mañana el hijo de Gadafi anuncia que esto debe detenerse, se distancia, no hay razón para considerar que no sea un acto de buena voluntad", dijo Sarkozy, cuyo país ha sido el único de la UE que ha reconocido oficialmente como interlocutor al opositor Consejo Nacional de Transición (CNT).

Cameron, por su parte, insistió en esa línea: "No obedezcan sus órdenes, dejen sus tanques (...) y abandonen a este régimen porque va acabarse", dijo a las fuerzas de Gadafi.

Tras la división creada en la UE por la negativa de algunos países, especialmente Alemania, a apoyar una intervención militar en Libia como la que han liderado Reino Unido y Francia junto a EEUU, los jefes de Estado o Gobierno de los 27 quisieron lanzar ayer un mensaje de unidad.

Así, en el texto de conclusiones con el que cerraron su reunión de dos días expresaron su respaldo al papel de la coalición internacional y aseguraron que sus acciones "han contribuido significativamente a proteger a los civiles".

Sarkozy señaló además que le gustaría asociar a Berlín a todas las futuras iniciativas y dijo comprender la "sensibilidad" alemana -por razones históricas- a cualquier intervención en otro país.

El Gobierno de la canciller Angela Merkel rechazó que sus soldados tomen parte en ninguna ofensiva, pero permitió que la OTAN tome el mando de la zona de exclusión aérea impuesta sobre Libia.

Sarkozy insistió ayer en que el traspaso de poderes a la Alianza no supondrá, en ningún caso, que la coalición -con sus socios árabes incluidos- deje de tener el control político de las operaciones.

Propuestas de la UA

Por otra parte, la delegación del Gobierno libio desplazada a la capital etíope, Adis Abeba, para una cumbre de alto nivel con miembros de la Unión Africana (UA) y de los gobiernos de Rusia, China, EEUU y Francia, aceptó las propuestas de la UA, que incluyen reformas democráticas y diálogo con los rebeldes.

"Estamos dispuestos a poner en marcha la Hoja de Ruta del Comité de Alto Nivel del Consejo de Paz y Seguridad de la UA, incluida la adopción y aplicación de una política que satisfaga las aspiraciones del pueblo libio de manera pacífica y democrática", dijeron los enviados libios en un comunicado distribuido a los medios.

Asimismo, los representantes del Gobierno libio en Etiopía solicitaron el cese de los bombardeos y el bloqueo naval.

Compromisos

La delegación libia consideró que "los bombardeos y el bloqueo naval llevados a cabo por las fuerzas occidentales están allanando el terreno para un ataque rebelde" y pidió también "el levantamiento del embargo económico, que ha agravado el sufrimiento del pueblo libio".

El texto agrega que el Ejecutivo libio se comprometería a un alto el fuego si se impone la misma medida a los rebeldes.

Libia "se ha comprometido a un alto el fuego. La comunidad internacional debe imponer las mismas obligaciones a las otras partes. También aceptará una misión de observadores de la UA para supervisar el alto el fuego", reza el comunicado.

No obstante, los rebeldes no están representados en la reunión de Addis Abeba, ya que los líderes del llamado Consejo Nacional de Transición (CNT) rechazaron la invitación ya que la agenda del encuentro no incluía la renuncia de Gadafi, condición indispensable, según los rebeldes, para la negociación.

Por su parte, la delegación enviada por Gadafi está encabezada por Mohammad Al-Zawi, presidente del Congreso del Pueblo.