El presidente interino de Túnez, Fued Mebaza, se comprometió ayer a llevar a cabo en el país "una ruptura total con el pasado", aseguró que se están realizando "profundas reformas" y elogió la "noble revuelta popular" que forzó la salida del país del anterior jefe del Estado, Zine el Abidine Ben Alí.

"El Estado está con vosotros, estamos reformando todo y la voluntad del pueblo está siendo respetada, también en el plano de las ideas", proclamó el presidente interino a los tunecinos en una declaración solemne retransmitida por la televisión estatal.

Mebaza recalcó que el Gobierno de unidad nacional, cuya composición ha levantado fuertes críticas entre la población, "es de transición hasta que haya elecciones democráticas que sirvan para consolidar un verdadero gobierno electo".

"Me comprometo a que el Gobierno de transición conduzca una ruptura total con el pasado", afirmó.

Asimismo, prometió "desplegar todos los esfuerzos" para que el país resuelva la crisis actual y para que se cumplan "todas las aspiraciones legítimas" del levantamiento popular, que calificó de "revolución de la dignidad y la libertad".

Se trata de la primera aparición pública del presidente interino, que asumió el cargo el pasado sábado como marcaba la Constitución del país, tras el vacío de poder dejado por la huida de Ben Alí la víspera.

Por otra parte, Suiza congeló ayer con efecto inmediato los fondos bancarios y bienes inmuebles del derrocado presidente de Túnez Zine el Abidine Ben Alí y su familia, casi en paralelo a la apertura en el país árabe de una investigación judicial sobre él por "adquisición ilegal de bienes" y por "depósitos financieros ilícitos en el extranjero".