El número de muertos por las lluvias que castigaron la semana pasada el estado brasileño de Río de Janeiro subió ayer a 727, según un boletín divulgado por Defensa Civil, mientras los equipos de rescate aún buscan a 207 personas desaparecidas.

En el octavo día de trabajos de rescate, los socorristas hallaron ayer otros diecisiete cadáveres y la previsión es que los números sigan aumentando en la medida en que se tenga acceso a áreas que permanecían aisladas.

El vicegobernador de Río de Janeiro y secretario regional de Obras, Luiz Fernando Pezao, dijo ayer que, además de las áreas aisladas por las toneladas de tierra, piedras y lodo que deslizaron de las montañas, en otras a las que ya hay acceso es posible hallar más cuerpos durante las tareas de limpieza que se llevan a cabo.

Pezao afirmó asismismo que los equipos de limpieza iniciaron ayer sus labores en la Plaza del Suspiro, en Nueva Friburgo y en donde se cree que hay vehículos sepultados.