Unas 500 personas protestaron hoy frente a la Casa Blanca contra la visita de Estado que el presidente chino, Hu Jintao, efectúa desde el martes en Washington, para reclamar el respeto a las libertades y la independencia de sus territorios.

Centenares de ciudadanos descontentos con la política de Hu izaron hoy banderas del Tíbet, de Taiwán y de Turkestán frente a la fachada principal de la Casa Blanca para reclamar el derecho a la independencia de sus territorios de origen respecto de China.

La mayoría de los manifestantes eran oriundos de alguno de los tres territorios, aunque también acudieron decenas de estadounidenses que consideran que el presidente de EEUU, Barack Obama, no debería haberse reunido con Hu mientras éste, denunciaron, no garantice las libertades individuales en su país.

"Estoy aquí para que toda esta gente sepa que no todos los estadounidenses somos estúpidos e ignorantes del hecho de que nuestro país trata con un Gobierno que persigue a sus hermanos en China", dijo un manifestante de Washington que prefirió mantener el anonimato.

Al grito de "vergüenza del asesino, vergüenza de China", los defensores de la independencia del Tíbet se convirtieron en los protagonistas de una protesta en la que también fueron el grupo más numeroso y activo.

Ataviados con llamativos disfraces, una decena de tibetanos representaron en una actuación de varios minutos la "opresión" de China, así como la lucha del Tíbet por conseguir la autodeterminación.

"La razón por la que estamos aquí es que hay genocidio en el Tíbet, y nadie se preocupa de ello; lo único que podemos hacer es protestar y esperar que nuestra tierra sea pronto libre", explicó el joven Kunga Nyma, residente en Nueva York.

La situación del último premio Nobel de la paz, el disidente chino encarcelado Liu Xiaobo, también tuvo eco en las protestas frente a la mansión presidencial.

Así, un manifestante anónimo ironizó al afirmar que "el hombre que ganó este año el premio Nobel de la Paz está en prisión, y su carcelero está ahí dentro, en la Casa Blanca, hablando con el hombre que ganó el premio Nobel el año pasado -Obama-. ¿Cómo puede ser?".

Con la fachada principal de la Casa Blanca como telón de fondo, hoy pudieron verse en Washington carteles que "suspendían" a Hu hasta en seis aspectos: "derechos humanos, Tíbet, democracia, medio ambiente, libertad religiosa y libertad de expresión".

La denuncia de la "persecución" del grupo budista "Falun Gong" por parte del Gobierno chino fue otra de las proclamas que resonaron en el parque Lafayette de la capital estadounidense.

"Vengo de Boston a pedirle al presidente Obama que se ocupe de una de las mayores persecuciones de la historia moderna: la de los que practican Falung Gong en China. Pero de eso no se habla, porque EEUU tiene intereses económicos con la República Popular", denunció Steve Lancione.

El movimiento "Falung Gong" propugna "mejorar el cuerpo y la mente" y se basa en los principios de la veracidad, la compasión y la tolerancia.

"El partido comunista chino ha eliminado la libertad de expresión, de creencia y también la Falung Gong. Son ejercicios pacíficos y muy bonitos de ver, pero en China te pueden arrestar por practicarlos", dijo Laura Hatton, una activista de Washington.