El Consejo de Seguridad de la ONU expresó hoy su satisfacción por el desarrollo pacífico del referéndum de autodeterminación en el sur de Sudán, al tiempo que respaldó la conclusión de los observadores internacionales de que la votación fue justa y libre.

En una declaración leída por su presidente de turno, el embajador bosnio Iván Barbalic, los 15 miembros del máximo órgano también felicitaron al Gobierno de Jartum y a las autoridades del sur de Sudán por el "liderazgo" mostrado durante el plebiscito, que empezó el 9 de enero y se prolongó hasta el día 15.

Asimismo, reiteraron su llamamiento a las dos partes para que superar las discrepancias que impidieron la celebración en el mismo plazo de un referéndum paralelo en la disputada región petrolera de Abyei.

Por otra parte, expresaron su preocupación por el secuestro la semana pasada en Darfur de tres pilotos búlgaros que trabajan en las operaciones humanitarias de la ONU en esta región sudanesa.

El Consejo de Seguridad difundió la declaración tras escuchar los informes del enviado especial de la ONU, Haile Menkerios, así como de la Comisión sobre el Referéndum del Sur de Sudán, que participaron en la reunión vía satélite desde la región.

El embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, calificó en su intervención de "operación impresionante" la organización del referéndum encabezada por Naciones Unidas y se mostró confiado en que el ambiente que ha reinado hasta el momento se extienda hasta el anuncio de los resultados, previsto para principios de febrero.

Al igual que el resto de los representantes diplomáticos, también manifestó su preocupación por la situación en Abyei, donde se han producido enfrentamientos entre tribus árabes y negras, así como por la continuación de las hostilidades en la región de Darfur.

Por su parte, el embajador de Colombia ante la ONU, Néstor Osorio, que este mes estrena su mandato de dos años en el Consejo de Seguridad, invitó a las dos partes a cooperar en la búsqueda de un nuevo marco de relaciones entre el norte y el sur.

"Sin importar el resultado del referéndum, y para alcanzar relaciones pacíficas que sean mutuamente beneficiosas para las partes, es imperativo que se resuelvan todos los asuntos pendientes de solución", agregó.

El referéndum de autodeterminación es pilar de los acuerdos de paz que hace más de cinco años pusieron fin a dos décadas de sangriento conflicto entre el norte de Sudán, de mayoría musulmana, y el sur, predominantemente cristiano y animista.

Más de dos millones de personas murieron en la guerra civil, que comenzó en 1983 cuando el régimen de Jartum impuso la ley islámica en todo el país y los rebeldes sureños se levantaron en armas.