La represión de las protestas populares durante la revuelta social en Túnez que forzó la huida del país del presidente tunecino, Zine el Abidine Ben Alí, y los incidentes violentos posteriores han causado 78 muertos en todo el país, según anunció hoy el ministro de Interior, Ahmed Fría.

En una intervención en la televisión estatal, el ministro dijo que el número de heridos desde que comenzaron las protestas el 17 de diciembre hasta el momento asciende a 94.

El último balance oficial de víctimas conocido se remontaba al pasado martes, con Ben Alí todavía en el poder, y hablaba de 21 muertos cuando las organizaciones de derechos humanos elevaban ya la cifra a más de 66 fallecidos.

La gran mayoría de las víctimas se produjeron durante la represión policial de las protestas populares antes de la huida del presidente, cuando las fuerzas de seguridad dispararon a menudo con fuego real contra los ciudadanos.

Fría aseguró que "numerosas de las víctimas se produjeron entre los miembros de las fuerzas del orden", aunque no precisó si murieron en enfrentamientos con manifestantes o en los incidentes violentos provocados tras la salida de Ben Alí por miembros de su guardia presidencial o milicias de sus partidarios.

Las bandas que apoyan al presidente depuesto llevan desde el viernes intentando sembrar el caos y desestabilizar el país disparando contra los militares, las fuerzas policiales o los tunecinos en general con la ayuda en ocasiones de francotiradores.