Al menos siete personas fueron asesinadas en las últimas 24 horas en la ciudad paquistaní sureña de Karachi, entre ellas varios militantes de partidos políticos, lo que eleva a 20 los fallecidos en los últimos dos días en este tipo de sucesos, informó una fuente policial.

Entre las siete últimas personas que fueron asesinadas, dos pertenecen a la etnia pastún, una militaba en el gobernante Partido Popular (PPP) y otra en el Muttahida Quami Movement (MQM), que representa a los mohayir, hablantes de urdu que llegaron de la India tras la partición, en 1947.

Según la fuente, los asesinatos tuvieron lugar de forma separada en varios puntos de Karachi, especialmente en el barrio de Orangi, que ya había registrado más sucesos violentos durante los días anteriores.

Karachi, escenario de una pugna de tintes étnicos por la hegemonía política, acoge a unos 18 millones de personas, entre ellas la comunidad autóctona sindhi, la mohayir, la punyabí y cada vez más la pastún, que está alterando el mapa demográfico de la ciudad.

Bandas criminales, en ocasiones auspiciadas por siglas políticas, asesinan con frecuencia a sus rivales.

El primer ministro, Yusuf Razá Guilani, condenó ayer los últimos sucesos violentos de Karachi y habló por teléfono con el líder del MQM, Altaf Hussain, y el del Partido Nacionalista Awami, Asfandyar Wali Khan (que tiene en los pastunes su principal banco de votos), para que pidan calma a sus militantes.

Estos dos partidos minoritarios apoyan al Gobierno paquistaní del PPP pero en Karachi defienden intereses contrarios.

El MQM fue el partido que abrió una crisis parlamentaria al salir de la coalición de Gobierno y luego volver a prestar su apoyo.

Uno de los roces que precedió a esta crisis fue las acusaciones de un líder regional del PPP contra el MQM, al que consideró implicado en los asesinatos selectivos de Karachi.