El presidente tunecino, Zine El Abidine Ben Alí, llegó anoche a Jeddah (Arabia Saudí) tras verse forzado a abandonar el país magrebí por el agravamiento de las revueltas callejeras en su contra, informó la Casa Real saudí en un comunicado difundido por la agencia estatal de noticia SPA.

En la nota, el gobierno saudí dice que debido a las excepcionales circunstancias que vive el pueblo de Túnez, donde el primer ministro, Mohamed Ghanuchi, ha asumido la presidencia interina, "han recibido en su país a Ben Alí y a su familia".

El jefe de Estado tunecino salió ayer del país norteafricano con rumbo desconocido, y en un principio se especuló con su llegada a Malta e Italia, países que negaron que Ben Alí estuviera en su territorio.

El Ejecutivo saudí expresa en el comunicado su deseo de que se alcance "la seguridad y la estabilidad" en Túnez, donde comenzó hace casi un mes una ola de contestación social sin precedentes que ha causado decenas de muertos.

Además, mostró su apoyo a "cualquier acción que beneficie a la población del hermano Túnez" y su esperanza a que se supere "esta difícil fase" de la historia del país.

Ghanuchi asumió la presidencia interina pocos minutos después de que fuentes gubernamentales informaran de que Ben Alí había abandonado el país tras vivir la crisis más grave de sus 23 años en el poder.

En una breve intervención junto a los presidentes del Congreso, Fuad Mabaza y de la Cámara de Consejeros (Senado), Abdelah Kallel, Ghanuchi, de 69 años, se comprometió a respetar la Constitución y recuperar la estabilidad en el país.