El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, es investigado por la Fiscalía de Milán por la presunta incitación a la prostitución de menores y concusión en el caso Ruby R., la joven de origen marroquí que cuando era menor de edad acudió a fiestas privadas del político.

Según informó ayer en un comunicado la Fiscalía de Milán, que investiga los hechos producidos desde febrero a mayo de 2010, el nombre del mandatario fue incluido el 21 de diciembre entre los investigados por el caso y ayer se le notificó que debe comparecer para declarar.

En virtud de esa investigación, ayer la Policía italiana procedió al registro en Milán en la oficina de la consejera regional Nicole Minetti, próxima a Berlusconi e investigada por incitación a la prostitución por el mismo caso.

La Policía, que se incautó de dos ordenadores de Minetti, también acudió, según el diario Corriere della Sera, a la oficina milanesa de Giuseppe Spinelli, hombre de confianza de Berlusconi que tradicionalmente ha llevado los asuntos relativos a la familia del primer ministro.

La hipótesis de delito de concusión se centra en la intervención telefónica de Berlusconi el pasado 27 de mayo para que sacaran de comisaría a Ruby R., que tenía entonces 17 años y a la que conocía supuestamente por haberla invitado a un par de cenas en su residencia de Arcore, en Milán.

En acogida

Según la reconstrucción hecha por el ministro del Interior, Roberto Maroni, la menor marroquí, que fue llevada a comisaría por sustraer dinero a una amiga, fue dada en acogida a la asesora de región de Lombardía y ex higienista dental de Berlusconi, Nicole Minetti "con el visto bueno del Tribunal de Menores".

"Según las acusaciones, con el objetivo de ocultar que había sido cliente de una prostituta menor en numerosos fines de semana en Arcore, asegurarse la impunidad por este delito y evitar que salieran a la luz los entresijos de las fiestas de su residencia de la Brianza", Berlusconi pudo abusar del poder que le otorga su cargo de primer ministro, afirma el Corriere della Sera.

El jefe del Ejecutivo "pudo haber abusado de su propia calidad de primer ministro para inducir a los funcionarios de la comisaría de Milán a entregar indebidamente a la marroquí Karima "Ruby" El Mahroug, entonces de 17 años y escapada de una comunidad para menores, a la consejera regional lombarda Nicole Minetti".