Las fuerzas policiales disolvieron hoy con gases lacrimógenos a miles de manifestantes que exigían la salida del poder del presidente, Zine el Abidine Ben Alí, ante la sede del Ministerio de Interior en el centro de Túnez, según constató EFE.

En la concentración ante la sede del Ministerio se habían congregado ya más de 8.000 personas y seguían acudiendo más gente con flores y pancartas con el transcurso de las horas.

Muchos manifestantes se habían sentado en las calles y aseguraban que no pensaban abandonar el lugar hasta conseguir la salida del poder de Ben Alí.

En un momento dado y cuando algunos jóvenes intentaban encaramarse a las ventanas del edifico que alberga al departamento de Interior, las fuerzas antidisturbios comenzaron a disparar proyectiles de gases lacrimógenos contra los manifestantes.

Los congregados comenzaron a huir despavoridos en todas direcciones y la céntrica avenida Habib Burguiba donde se encuentra la sede de Interior, comenzó a llenarse de un humo irrespirable.

Un grupo de jóvenes al salir en estampida empezaron a tirar piedras contra los coches ante la puerta del Ministerio de Turismo situado justo enfrente del de Interior, pero fueron dispersados enseguida por los efectivos policiales.

Decenas de fuerzas especiales antidisturbios se encuentran en estos momentos desplegadas en la avenida Burguiba y furgonetas policiales circulan rápidamente de un lado a otro.

La concentración ha quedado totalmente disuelta y se desconoce por el momento si la carga policial ha provocado víctimas.

La manifestación había comenzado a primeras horas de la mañana cuando cientos de jóvenes marcharon por la avenida Burguiba gritando consignas contra el régimen pese a las promesas de un profundo cambio político realizadas la víspera por Ben Alí.

Los manifestantes se detuvieron frente a la sede Ministerio del Interior, vigilada por un fuerte dispositivo de fuerzas especiales.

Al no producirse ninguna intervención policial miles de tunecinos se fueron sumando a la protesta a lo largo del día y permanecieron durante horas ante el edificio ocupando gran parte de la avenida Burguiba.

Los participantes se congregaron en torno a una pancarta escrita con letras rojas en la que se leía: "Ben Alí asesino" y gritaron consignas contra el presidente al tiempo que entonaban el himno del país.

En un discurso retransmitido anoche por la televisión estatal, Ben Alí se comprometió a acometer "profundos cambios" políticos y económicos en el país, incluida la celebración de unas elecciones presidenciales "pluralistas en las que se garantice la alternancia".

El presidente aseguró además que había dado orden a las fuerzas de seguridad de no disparar contra los participantes en las protestas.

El Gobierno ha reconocido hasta el momento 21 muertos en las protestas sociales en todo el país desde que comenzaron las revueltas el 17 de diciembre, mientras que los sindicatos y las organizaciones de derechos humanos hablan de más de 60 víctimas mortales.