La intervención del Banco Central Europeo (BCE) dio ayer un respiro a Portugal, que vio bajar los intereses que penalizan su deuda soberana por debajo del nivel del 7%, considerado crítico por los expertos y el propio Gobierno luso.

Las intervenciones compradoras del BCE llevaron el bono a diez años, que sirve de referencia en el mercado, a cerrar en el 6,99% tras haber superado ayer el 7,1%.

Fuentes del mercado y especialistas de los medios económicos lusos consideraron ese descenso un alivio para la creciente presión que sufre Portugal, aunque no parece suficiente para tranquilizar al país, que mañana realizará una subasta de deuda de entre 750 y 1.250 millones de euros en obligaciones a tres y diez años.

En la apertura de la jornada de ayer los intereses se mantenían al alza y superaron los máximos del viernes, cuando volvió a romperse, como hace más de un mes, la barrera del 7%. El pequeño descenso que logró la intervención compradora del BCE fue considerado por varios analistas lusos una muestra de que Portugal continúa bajo el foco de los especuladores.

Los mercados castigan el elevado déficit público del país y la posibilidad de que no pueda hacer frente a sus compromisos financieros, lo cual puede ocurrir, según los expertos, precisamente si los intereses exigidos para su refinanciación se mantienen tan altos.

Según el informe de "Perspectivas para 2011" de Saxo Bank, el rescate a Portugal será "inminente", ya que desde agosto el mercado especulaba con su rescate y el Gobierno no ha tomado medidas de suficiente calado para enderezar sus cuentas; mientras que para España mayo será el mes "crucial" para saber si necesita ayuda de Europa.

En plena campaña electoral, el presidente portugués, el conservador Aníbal Cavaco Silva, lanzó unas palabras de apoyo a sus rivales políticos del Gobierno socialista y dijo que el Ejecutivo "hace todo" para evitar que el país recurra a la ayuda externa.

Al término de un mitin, Cavaco, favorito de todos los sondeos para la reelección en las presidenciales del 23 de enero, avisó de que "no se debe especular" sobre una eventual petición de ayuda y pidió que no se complique "la vida" al Ejecutivo. El candidato apoyado por el centro-derechista Partido Social Demócrata (PSD) abogó por esperar los resultados de los esfuerzos del Gobierno "para que el Fondo de Estabilización Europeo no entre en Portugal".