Con menos concurrencia a las urnas que ayer, los sudaneses del sur del país participaron hoy por segundo día en su referéndum de autodeterminación, cuya organización fue ensalzada hoy por el ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

Mientras ayer las colas de votantes era muy largas en los centros visitados por Efe, hoy la lista de espera fue menor, aunque el flujo se mantuvo permanente durante todo el día, hasta el último minuto de la jornada electoral, que se cerró a las 17.00 hora local (14.00 GMT).

En el referéndum participan 3,9 millones de sudaneses originarios del sur del país, que vivan en esta región y, en menor medida, en el norte de Sudán y en otras naciones, donde también pueden votar.

En un recorrido por varios centros electorales de esta ciudad, capital del sur de Sudán, los encargados de la votación dijeron que, contando los dos días, han votado ya más de la mitad de los electores.

El referéndum es de siete días y se prolongará hasta el 15 de enero. Sólo si se alcanza una participación del 60 por ciento se declarará válido el resultado, pero si es menor a ese porcentaje cualquier decisión que se apruebe quedará anulada.

Encuestas previas indican que la separación ganará mayoritariamente sobre la unidad, las dos opciones por las que tienen que elegir los votantes. De confirmarse, la nueva nación surgirá a partir del período transitorio que vence en julio.

En algunos centros de votación la participación de hoy estuvo entre 600 y 800 sudaneses registrados, mientras que ayer, en los mismos colegios votaron entre 700 y 900 votantes.

Las urnas no se abren hasta que se termine la votación, el 15 de enero, fecha en la que comenzarán a contarse los sufragios. Los resultados preliminares se conocerán a fin de mes, y los finales definitivos antes del 14 de febrero.

En unas declaraciones a los periodistas tras visitar el Buró del Referéndum del Sur de Sudán (SSRB), Carter, que dirige un centro que se ocupa de supervisar las elecciones en países subdesarrollados, se declaró "muy orgulloso" de la marcha de la votación.

"El compromiso de la gente del sur de Sudán es firme hacia la democracia y para decidir su futuro. No ha habido intimidación ni señales de irregularidades", agregó.

"Todo se está llevando de una forma admirable, y tengo fe de que todo el proceso será limpio y honesto", dijo Carter a la puerta de la sede del SSRB, acompañado del presidente de ese órgano, Chan Reek Madut, y del ex secretario general de la ONU Kofi Annan.

Carter dijo que "el mundo entero" está siguiendo la consulta y también estará pendiente de los resultados finales. "Estamos muy orgullosos de lo que ha ocurrido hasta ahora en este referéndum", insistió.

Kofi Annan, por su parte, hizo votos para que se resuelvan pronto los litigios pendientes, como el estatus de la provincia limítrofe de Abyei, que está a caballo entre el norte y el sur y cuyos habitantes debían decidir a qué región se vinculaban, aunque la consulta ha sido aplazada "sine die".

El ex secretario general de la ONU también hizo votos para que los resultados se conozcan lo antes posible.

El jefe del SSRB, por su parte, al justificar por qué la votación se prolonga por siete días, dijo que el sur de Sudán, cuya extensión supera los 600.000 kilómetros cuadrados, apenas tiene carreteras asfaltadas y carece de medios de transporte parecidos a cualquier país de un tamaño parecido.

La situación es prácticamente tranquila en la mayoría de la región, a excepción de la provincia de Abyei, donde un choque armado el sábado y el domingo entre miembros de dos tribus rivales, la árabe Al Masiriya y la africana Dinka Naquq, causó una veintena de muertos.

Autoridades de la región dijeron que, con el fin de calmar el área de Abyei, el próximo 12 de febrero habrá una reunión de representantes del Gobierno de Jartum y de Yuba, junto con líderes tribales.

El domingo, después de los últimos combates, la máxima autoridad administrativa de Abyei, Deng Arop, dijo que las dos tribus habían acordado mantener una tregua.

El conflicto de Abyei se debe a que la tribu Al Masiriya quiere conservar sus derechos de pastoreo en el territorio, y teme que si la provincia se vincula a la probable independencia del sur, propiciada por la tribu rival, perderá ese privilegio.