La hambruna amenaza a más de 150.000 personas en el norte de Kenia, debido a la sequía que ha destruido las cosechas y causado un fuerte incremento en los precios de los alimentos básicos, indicaron hoy los medios locales.

Según un informe de la Cruz Roja local, la mayoría de los habitantes del norte de Kenia pueden tener problemas de suministros y de desnutrición debido al fracaso de las tres últimas cosechas, precisó el diario Daily Nation en su página web.

El estudio señala que también el ganado ha muerto a causa de la falta de precipitaciones y que los habitantes de los distritos de Isiolo, Marsabit, Samburu y Moyale ya reciben ayuda alimentaria.

Sin embargo, esta ayuda no es suficiente y la población ha tenido que recurrir a medidas de racionamiento, con una sola comida al día y dando preferencia a los niños en el reparto, según el informe.

Los niños menores de cinco años, los ancianos y las mujeres embarazadas son las que más sufren en esta situación, que podría llegar a afectar a todo el norte keniano.

La escasez de agua ha llevado a que en algunas áreas se utilice el líquido procedente de pozos sin garantías de salubridad de la vecina Etiopía, que venden a altos precios aguadores que recorren la zona, agrega el informe de la Cruz Roja.

En estas circunstancias, los precios de los alimentos básicos, como el maíz y las alubias, se han incrementado considerablemente, entre un 40 y un 80 por ciento.

La ONG Actionaid ha asegurado que ellos distribuyen en algunas zonas cereales, gachas, aceite y sal, según los criterios de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), pero que la ayuda deberá ampliarse.