Un juez de los rebeldes integristas islámicos somalís de Al Shabab ha prohibido los apretones de manos entre hombres y mujeres y mantener conversaciones en lugares públicos.

"Desde hoy, Al Shabab prohíbe que hombres y mujeres se den la mano entre ellos en los saludos, que se sienten juntos, que mantengan conversaciones o que paseen en lugares públicos sin los documentos que certifiquen la relación entre ellos", dice un comunicado del juez regional de Al Shabab, Sheikh Mohamed Abdirahman Abdi.

"Es un deber que nos viene dado por la sharia (ley islámica), y estamos implementando el orden de Alá, y quien no obedezca estas normas se enfrenta a un castigo público", añade el texto.

Abdi dijo además a la radio local Al Andalus, una emisora que apoya a Al Shabab, que la ley se implementará primero en Jowhar, capital provincial del Shabelle Medio a 90 kilómetros al norte de Mogadiscio, y que luego se extenderá al resto de las regiones que están bajo control de los integristas islámicos.

Al Shabab, una organización rebelde vinculada a Al Qaeda, intenta derrocar al Gobierno de transición de Somalia encabezado por Sharif Sheikh Ahmed e imponer estrictas leyes islámicas en el país.

Los insurgentes han llevado a cabo amputaciones, lapidaciones, decapitaciones y ejecuciones públicas en los últimos años en Somalia, y acosan a los defensores de los derechos humanos, trabajadores de organizaciones no gubernamentales, periodistas y miembros de la sociedad civil.

Hace dos días, Al Shabab arrestó a más de 70 personas en Jowhar por masticar hojas de qat (una planta de propiedades estimulantes que se cultiva en Kenia) y sentenció a 30 de ellas a un mes de prisión mientras que el resto fueron puestos en libertad.

Familiares de los sentenciados por Al Shabab han acusado a los insurgentes de favoritismo, nepotismo y desigualdad.

Dahabo Nur Ali, 46, esposa de uno de los condenados, aseguró que "el juez liberó a todos aquellos que pertenecían a su clan y también a los que pudieron pagarle dinero, y sentenció a los 30 que no pudieron pagar nada".

Somalia no tiene un Gobierno efectivo desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, y desde entonces vive en una guerra civil permanente con su territorio controlado por milicias islámicas, señores de la guerra tribales y grupos de bandidos.