La Alta Representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, subrayó hoy la unidad existente en un momento de crisis para el euro y de polémica en el inicio de la presidencia semestral húngara por una ley de medios criticada por sus posibles restricciones a la libertad de prensa.

"No son 27 países que hablan un sólo idioma, sino que hay un mensaje que se pronuncia en 27 voces", dijo hoy en Budapest Ashton.

La Alta Representante visitó Budapest por primera vez después de que el primero de enero Hungría asumiera la presidencia en turno de la UE y deseó "muchos éxitos" al país centroeuropeo para los próximas seis meses.

El gobierno húngaro se reúne hoy por primera vez en su función de presidencia de la UE con la Comisión Europea, dirigida por José Manuel Barroso, para tratar los temas y las prioridades del semestre.

En este encuentro con la CE se espera que se trate el tema de la polémica ley de medios, aprobada por el parlamento húngaro en diciembre y que causó una lluvia de críticas procedentes tanto del extranjero como de la propia Hungría.

Ashton aseguró que la polémica no afectará a los objetivos de la presidencia húngara, y que Budapest y Bruselas mantienen "una fuerte relación".

Entre otros puntos, la ley otorga amplios poderes al recién creado Consejo de Medios, compuesto por miembros nombrados por el gobernante partido Fidesz, que cuenta con una amplia mayoría de más dos tercios en el Parlamento.

Este consejo tiene facultades para multar a los diarios y portales digitales en caso de infringir la prohibición de agraviar la moral pública, una formulación ambigua que ha sido criticada por los medios húngaros.

La CE y el gobierno magiar también tratarán la situación económica europea, una de las prioridades de la presidencia húngara de la UE.

En este sentido uno de los retos determinantes del próximo semestre será el de la crisis de la deuda en la zona euro, que ha llevado al rescate financiero de Irlanda y Grecia.

Budapest apuesta por acelerar el llamado "semestre europeo", por el que los Gobiernos de la UE tendrán que adelantar el envío a Bruselas de las principales líneas de sus presupuestos para el ejercicio siguiente, antes de que sean aprobados por sus respectivos parlamentos nacionales.

Con ese fin se pretende mejorar la coordinación de las políticas económicas y enviar a los mercados financieros un mensaje de calma.

Otra cuestión clave que se debatirá durante la Presidencia húngara será la reforma del Tratado de Lisboa para crear un mecanismo permanente de rescate de países del euro en dificultades, y que sustituirá al instrumento financiero de 750.000 millones de euros que se creó en mayo.

Hungría cuenta con un fuerte gobierno conservador dirigido por el partido Fidesz y su líder, Viktor Orbán, que en las elecciones legislativas del abril pasado consiguió una mayoría de más de dos tercios en el parlamento magiar.