EEUU ha congelado los bienes del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, y de su esposa, Simone Gbagbo, así como de personas de su círculo más próximo, por "amenazar la paz y el proceso de reconciliación" en su país al negarse a abandonar el poder tras perder las elecciones.

El director de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC), Adam Szubin, dijo que Gbagbo "sigue demostrando un terco desprecio por la voluntad y el bienestar de los marfileños",

"La sanción le aislará a él y a su círculo de allegados del sistema financiero mundial y subraya el deseo de la comunidad internacional de que abandone el poder", y lo entregue al presidente electo Alassane Ouattara.

210 muertos

Por otra parte, los muertos registrados desde el comienzo de la crisis política y constitucional en el país suman ya 210, según dijo ayer en Abiyán un portavoz de la Operación de las Naciones Unidas en este país (Onuci).

Según Simón Munzu, jefe de la División de Derechos Humanos de la ONUCI, otras 31 personas han fallecido desde el último informe -divulgado el 30 de diciembre- en actos de violencia relacionados con el pulso que mantienen el presidente electo del país, Alassane Ouattara, y el gobernante saliente, Laurent Gbagbo, que se niega a entregarle el poder.

Entre los fallecidos la pasada semana, Munzu incluyó a 14 personas que murieron en enfrentamientos entre miembros de las tribus guere y malinke registrados en Duekoue, al oeste del país, tras el asesinato de una mujer durante un robo armado.

Entretanto, las milicias del antiguo movimiento rebelde Fuerzas Nuevas afirmaron ayer que sus efectivos están presentes en el Hotel Golf de Abiyán, sede temporal del gobierno de Ouattara, para "garantizar la seguridad de las personas y las instituciones de Costa de Marfil".