Johan Stiven Martínez, un niño colombiano de doce años de edad, inició hoy una marcha de 70 kilómetros por la libertad de su padre, el sargento del Ejército Jose Libio Martínez, el rehén más antiguo de la guerrilla de las FARC.

Johan Stiven ya ando unos 100 kilómetros en la última semana de mayo de 2009 con el mismo fin: reclamar la libertad de su padre en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), desde diciembre de 1997.

El menor, acompañado de unas 80 personas, partió en peregrinación desde Pasto, capital del departamento de Nariño (suroeste) hacia el municipio de Ancuya, que celebra por estos días sus fiestas patronales.

La caminata partió entrada la noche de este viernes, y sus miembros aspiran arribar el sábado hacia el mediodía a Ancuya para asistir a la misa en honor a la Virgen de la Visitación, señaló una fuente de la organización de la marcha.

La misma fuente explicó que el 60 por ciento del terreno "es pavimentado y el 40 por ciento restante es en terreno destapado, y la primera parte del recorrido, de unos 40 kilómetros, es muy duro".

Sin embargo, añadió, "esperamos noche de luna para que sea menos difícil" el recorrido por los caminos entre montañas.

El "niño caminante", en declaraciones a periodistas este viernes, y poco antes de iniciar la peregrinación, dijo que quería enviar a las FARC un mensaje: "que sepa la guerrilla que yo he luchado mucho por mi padre y seguiré luchando".

Añadió que no quiere pensar "en el cansancio físico", y remarcó: "voy a hacer este esfuerzo y no solo por él sino por todos los que están secuestrados como mi padre".

La marcha, que está acompañada por la policía y otras autoridades, según dispuso la Gobernación de Nariño, tocará territorio de los municipios de Nariño, La Florida y Sandoná, antes de llegar a Ancuya.

Uno de los acompañantes del pequeño Martínez es el profesor de sociales Gustavo Moncayo, "el caminante de la paz" y quien en marzo de este año, con la liberación de su hijo el cabo Pablo Emilio Moncayo, vio coronado su reclamo de años y de kilómetros de travesías a pie.

El cabo Moncayo era compañero del ahora sargento Martínez cuando fueron tomados rehenes por las FARC tras un asalto a una base de comunicaciones en una montaña andina y ambos compartieron años de cautiverio.

También marchan esta noche por la libertad de Martínez la madre de Johan Stiven, Claudia, quien estaba embarazada de pocos meses cuando el militar fue secuestrado.

Las FARC mantienen secuestrados a 19 uniformados del Ejército y la Policía a los que considera canjeables por unos 500 de sus guerrilleros presos en Colombia y en Estados Unidos.