El Gobierno estadounidense consideró hoy "ridícula" la acusación del ex presidente de Honduras Manuel Zelaya de que Washington planeara el golpe de Estado que le derrocó en junio del pasado año, dijo hoy el Departamento de Estado.

El pasado 28 de junio, día del primer aniversario del golpe, Zelaya volvió a acusar al Comando Sur de Estados Unidos de su derrocamiento.

"Ridículo", dijo Mark Toner, un portavoz del Departamento de Estado al ser interrogado por la prensa sobre estas acusaciones y el posible papel del Departamento en el golpe.

Desde el principio Estados Unidos apoyó la vuelta al orden institucional en Honduras y canceló las ayudas al país para presionar a los golpistas.

Estados Unidos ha estado involucrado en la solución de la crisis junto con la Organización de Estados Americanos (OEA) y otros actores internacionales.

Tras las elecciones del pasado noviembre, EEUU reconoció al presidente Porfirio Lobo, elegido democráticamente en las urnas, y anunció la restitución de su cooperación, al tiempo que apoya la normalización de las relaciones de otros países con Honduras y la vuelta del país centroamericano a la OEA.

Zelaya, que fue sacado de país y ahora vive en la República Dominicana envió el pasado 28 de junio una carta a los hondureños asegurando que el golpe de Estado fue planificado por el Comando sur de EEUU, en la base militar local de Palmerola

"Todo indica que el golpe fue planificado en la base militar de Palmerola, por el comando sur de EEUU, y ejecutado torpemente por malos hondureños", indicó Zelaya en su mensaje, enviado por vía electrónica.

Añade que "a un año del golpe de Estado militar ya se han aclarado las causas y los actores intelectuales de ese crimen que se mantenían ocultos" y se ha confirmado que "los Estados Unidos estuvieron atrás del golpe de "Estado".