Miles de personas protestaron hoy en distintos puntos de Pakistán por el atentado múltiple contra un santuario sufí ocurrido este jueves en la ciudad de Lahore (este), por el que las autoridades han arrestado a varios sospechosos.

Al igual que este viernes, muchos comercios cerraron hoy sus puertas en un día declarado de luto en Lahore, donde algunas decenas de manifestantes violentos armados con bates de cricket destrozaron vehículos y propiedades y acusaron al Gobierno de inacción, según informaron los medios paquistaníes.

El primer ministro de Pakistán, Yusuf Razá Guilani, acompañado de otros miembros de su Gabinete, visitó hoy el complejo religioso de Data Darbar de la ciudad, donde tuvo lugar el atentado, y abogó por continuar luchando contra el terrorismo.

"La nación entera tiene que levantarse contra el terrorismo. Los insurgentes están huyendo hacia las áreas urbanizadas tras haber sido derrotados (por el Ejército) en las áreas tribales fronterizas con Afganistán", subrayó Guilani, según la traducción de sus palabras ofrecida por el canal privado "Express Tv".

Al menos 44 fieles perdieron la vida y más de un centenar resultaron heridos en el doble atentado suicida perpetrado la noche del jueves contra el templo de Data Darbar, considerado por muchos como el santuario más popular en Pakistán del sufismo, una corriente mística y moderada del Islam.

Ninguna organización extremista se ha atribuido por el momento la autoría del ataque, aunque los analistas se lo atribuyen a alguno de los grupos ortodoxos suníes de corte sectario que tienen su base en el Punjab.