El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, animó ayer a todos los socios de la UE a avanzar juntos hacia una mayor competitividad e innovación para superar el "cuantioso parte de daños" de la crisis económica, sobre todo el desempleo, "que aún podría seguir creciendo en los próximos meses".

Zapatero recibió ayer de manos del ministro sueco de Exteriores, Carl Bildt, el testigo de la presidencia rotatoria de la UE, simbolizado en un cilindro con la bandera europea y la de ambos países y el texto del Tratado de Lisboa, en el marco de la gala inaugural del semestre español al frente de la Unión celebrada en el Teatro Real de Madrid.

En su intervención, Zapatero subrayó que la solución al desempleo provocado por la "grave crisis" económica que la UE empieza ahora "a remontar" únicamente se podrá abordar "con una Europa más competitiva e innovadora, capaz de hacerse valer en los nuevos escenarios de la globalización".

Tras agradecer a Suecia la "eficacia" de su semestre al frente de la UE, instó a afrontar el "reto inaplazable" de reforzar el papel de la UE en el nuevo orden internacional multipolar y valoró el "momento estratégico" para el futuro de Europa que ofrecen los instrumentos del Tratado de Lisboa.

Grandes expectativas

"Sabemos que las expectativas son grandes; España va a dar lo mejor de sí misma para no defraudarlas", afirmó Zapatero, quien recordó el XXV aniversario de la adhesión a la UE para proclamar: "No podía haber un momento mejor para revalidar nuestro compromiso histórico, existencial, con Europa; nuestro compromiso con la libertad, la convivencia y la solidaridad".

Antes de hacerle entrega del simbólico testigo, que fue guardado en una caja de madera, Bild destacó el papel de España como uno de los principales impulsores de las reformas que han desembocado en el Tratado de Lisboa y se ha mostrado convencido de que la presidencia española contribuirá al éxito del proceso de integración en un momento en que "empieza una nueva era para Europa".

El jefe de la diplomacia sueca, partidario de que las puertas de la Unión permanezcan abiertas para Croacia, Turquía y futuros candidatos, advirtió de que la UE debe liderar la lucha contra el cambio climático y afrontar "tareas ingentes" para superar la "profunda crisis económica", después de no haber logrado el progreso en materia de desarrollo económico prometido hace una década.

A esta ceremonia, presidida por los Reyes junto a los Príncipes de Asturias, asistieron el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy; y el de la Comisión Europea; José Manuel Durao Barroso, así como el de la Eurocámara, Jerzy Buzek; y el comisario europeo Joaquín Almunia, propuesto como vicepresidente de la CE responsable de Competencia.

Los Reyes y los Príncipes fueron recibidos a la entrada del Teatro Real por Zapatero; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; y el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, quienes les acompañaron hasta el Salón Goya, donde les esperaba la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde.

Después del simbólico traspaso institucional, que tuvo lugar en el Salón Goya del Teatro, el himno nacional español dio paso al espectáculo de danza protagonizado por Tamara Rojo y María Pagés, presenciado por cerca de 1.500 invitados. Entre las numerosas autoridades asistentes a esta ceremonia figuran todos los integrantes del Gobierno de Zapatero, la mayor parte de los presidentes autonómicos, el líder de la oposición, Mariano Rajoy, y representantes del Congreso y del Senado y los portavoces de la Comisión Mixta para la UE. El Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, y los presidentes del Constitucional, María Emilia Casas, y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Dívar, también asistieron.