"Si nos podemos reconocer los unos en los otros y unirnos... no solamente recuperaremos la esperanza y la posibilidad en lugares donde se ansiaban, sino que también, quizás, mejoraremos nuestro país". Este es el mensaje que lanzó ayer el presidente electo de EEUU, Barack Obama, a sus conciudadanos en el macroconcierto en su honor en el Monumento a Lincoln, a punto de asumir el mando del país y afrontar desafíos como dos guerras abiertas o una grave crisis económica.

Obama, que jurará su cargo mañana, martes, afirmó que, pese a las dificultades, se encuentra "tan esperanzado como siempre" en que podrán superarlas. "No voy a decir que será fácil acometer cualquiera de estos desafíos. Llevará más de un mes, o de un año, probablemente muchos. A lo largo del camino habrá reveses, y pasos en falso, y días que nos pondrán a prueba como país".

"Lo que me da esperanza", declaró, "sois vosotros". "Habéis demostrado una vez más que la gente que ama este país puede cambiarlo", sostuvo.

"Cuando me preparo a asumir la presidencia, las vuestras son las voces que me llevaré cada día al entrar en el Despacho Oval: las voces de los hombres y mujeres con historias distintas pero esperanzas comunes, que sólo quieren lo que se nos ha prometido: poder hacer con nuestras vidas lo que queramos y que nuestros hijos lleguen más lejos que nosotros", agregó.

Resolver los problemas llevará tiempo y "nuestro camino será largo, pero si los estadounidenses se mantienen unidos como espero, lograrán salir adelante", prometió.

El día comenzó sobrio, con la entrega de una corona de flores al soldado desconocido en el cementerio de Arlington, pero pronto cambió. Una ristra de artistas y celebridades de primera línea tomó el asalto al Monumento a Lincoln.

Medidas de seguridad

Quienes desafiaban el frío no querían perderse la oportunidad de ver a Barack Obama, pero tampoco la de escuchar en directo a Bruce Springsteen, U2, Sheryl Crow, Stevie Wonder, Will.I.am y un sinfín de estrellas.

Estados Unidos despliega desde ayer unos 45.000 soldados y policías en Washington que protegerán la investidura, al tiempo que las autoridades han declarado la zona "libre de prostitución".

Por un par de días, el Distrito de Columbia albergará, quizá, cuatro veces más personas que su población regular, y tendrá más tropas y agentes de seguridad que los enviados a la guerra en Afganistán.

El Departamento de Seguridad Nacional y sus 16 agencias policiales, así como la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), han intensificado su vigilancia de los grupos supremacistas blancos que, en meses recientes, han intensificado su retórica racista. La policía de Columbia ha colocado letreros en los que se lee: "Advertencia: zona libre de prostitución".