El príncipe de Asturias pasó ayer la mañana de del día de su 46 cumpleaños "muy bien acompañado", según dijo él mismo, junto a los caballeros legionarios de la Brigada Paracaidista "Almogávares VI" (Bripac), cuya base en Paracuellos del Jarama ha visitado por vez primera.

Aunque no hubo tarta, Felipe sí fue agasajado en su aniversario, primero por los periodistas -con silbido incluido de la melodía del "cumpleaños feliz"- mientras se retrataba con sus anfitriones al término de la visita.

Después, durante un vino de honor, por el general responsable de la brigada, Juan Cifuentes Álvarez, que en nombre de la unidad le regaló una equipación deportiva de "paracas", negra y con los emblemas y el nombre bordados, y un cuadro con imágenes de sus visitas a unidades del Ejército de Tierra.

Con buen humor, el heredero de la Corona respondió a una periodista que le preguntó si algún día se le vería saltar en paracaídas invitando a "todos" los informadores presentes a acompañarlo en la experiencia.

De hecho, el coronel Alejandro Escámez, segundo jefe de la BRIPAC, había asegurado a la prensa que el príncipe "está dispuesto a saltar, primero en tándem, y después solo. Su Alteza siempre se presta a cualquier actividad que se le proponga".

Este mando agradeció que hubiera elegido el día de su cumpleaños para conocer de cerca el funcionamiento de la brigada, y coincidiendo con el 60 aniversario del primer salto en paracaídas de unidades del Ejército de Tierra, el 23 de febrero de 1954, en los orígenes de la unidad.

El príncipe, que por lo demás celebró "en privado", según fuentes de Zarzuela, su cumpleaños, hizo un completo recorrido por las instalaciones de la Bripac, consideradas las más modernas y equipadas del Ejército de Tierra, junto al jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), general Jaime Domínguez Buj, al general Cifuentes y otros mandos.

Se trataba, según el coronel Escámez, de que pudiera comprobar la evolución de las capacidades que tiene esta unidad, con muy diversos recursos y unos medios para el adiestramiento especialmente avanzados.

Felipe, vestido con uniforme de instrucción de teniente coronel del Ejército de Tierra, y tocado con la boina azul de la Guardia Real, fue recibido en el patio de armas de la base con las 19 salvas de ordenanza y la interpretación del himno nacional.

Tras pasar revista a una batería de paracaidistas y recibir información sobre la Bripac, que cuenta con 2.450 efectivos -el seis por ciento mujeres- accedió al polideportivo donde los soldados cumplen con su duro entrenamiento físico diario, para después visitar una exposición al aire libre de material o exhibiciones de saltos desde un helicóptero. Al final se hizo una foto de familia con mandos y paracaidistas.