El Reino Unido vivió hoy un día histórico con la llegada al mundo del tercer heredero al trono, el primer hijo de los duques de Cambridge, que fue recibido con un estallido de júbilo a las puertas del londinense palacio de Buckingham.

Fue en esta residencia de la reina Isabel II donde se colocó, detrás de la verja que da a la calle, el parte médico oficial que confirma el nacimiento del bebé, un varón de 3,8 kilos de peso que fue alumbrado a las 15.24 GMT en el hospital Saint Mary''s del centro de Londres.

Cientos de curiosos congregados a las puertas del palacio respondieron con aplausos y silbidos a la noticia, que, como marca la tradición, se hizo pública mediante un caballete en el que figura la nota firmada por el equipo médico de Catalina, encabezado por el ginecólogo Marcus Setchell.

Tanto la madre como el pequeño, cuyo nombre aún se desconoce, se encuentran bien y pasarán esta noche en el hospital, según ha indicado el palacio de Kensington, su residencia oficial.

"No podemos estar más felices", ha resumido escuetamente el príncipe Guillermo.

Como la pareja moderna que es, Guillermo, segundo en la línea de sucesión detrás de su padre, el príncipe Carlos, acompañó a su mujer en el parto, que tuvo lugar en la exclusiva ala privada "Lindo" del centro médico, donde también nacieron él y su hermano, el príncipe Enrique.

A las puertas de ese hospital se congregaban desde hace dos semanas cientos de periodistas de todo el mundo que hoy mostraron también su alegría y respiraron aliviados con la llegada al mundo del llamado "bebé real", que ha nacido en el día más caluroso del año en el Reino Unido.

Contra el pronóstico de las casas de apuestas, el primogénito de Guillermo y Catalina ha sido un varón, el sexo que, según la prensa, prefería la duquesa, mientras que su esposo se decantaba por una niña.

Precisamente por si era niña, el Parlamento británico se apresuró este año a aprobar una ley que eliminara la histórica supremacía del hombre en la línea de sucesión, disposición a la que ahora no será necesario recurrir.

En cuanto al nombre del recién nacido, las apuestas se decantan por los clásicos y en particular por Jorge, patrón de Inglaterra y el que también tenía el padre de la reina, Jorge VI.

Tras conocerse la noticia del nacimiento que tenía en vilo a la nación llovieron los mensajes de enhorabuena, encabezados por el de Isabel II y el príncipe Felipe, bisabuelos del pequeño, que dijeron estar "encantados".

Más efusivo fue el príncipe Carlos, abuelo del recién nacido, quien se confesó, junto con su esposa Camilla, "exultante de alegría".

"Ser abuelo es un momento único en la vida de cualquier persona", dijo Carlos, quien se confesó "enormemente orgulloso y feliz de ser abuelo por primera vez".

"Es un momento increíblemente especial para Guillermo y Catalina y estamos encantados por ellos en el nacimiento de su bebé", afirmó el príncipe de Gales.

Se sumó a los buenos deseos el primer ministro, David Cameron, quien vaticinó que la pareja serán unos padres excelentes.

El nacimiento del niño fue celebrado también en Bucklebury, el pueblo inglés donde se crió Catalina y donde aún reside su familia, donde los pubs permanecieron abiertos en día normalmente de descanso para brindar por la buena nueva.

El primer hijo de Guillermo y Catalina llega en un momento de máxima popularidad de la familia real británica, convertida en uno de los principales atractivos del país tras la celebración este año del aniversario de la coronación de Isabel, que siguió a su Jubileo de Diamantes en 2012 y a la boda de los duques de Cambridge en 2011.

La llegada al mundo del tercer heredero al trono se conmemorará mañana con salvas de cañón, mientras que se esperan las primeras visitas a los felices padres y el anuncio, en un futuro no muy lejano, del nombre del futuro rey.