El Bulli arrancó la que será su última temporada como restaurante antes de convertirse en una fundación de creatividad culinaria que será el legado de Ferran Adrià y la prueba de que continúa el espíritu "bulliniano" revolucionario en el mundo de la cocina.

"El logro más importantes de El Bulli es que va a continuar. Llevamos 25 años haciendo vanguardia. El éxito es que continúe", ha dicho en declaraciones a Efe Ferran Adrià, nombrado en 2010 como el mejor cocinero de la década y considerado por muchos como el mejor chef de la historia.

Para este catalán de L''Hospitalet de Llobregat (Barcelona), no es el primer día de la última temporada de El Bulli, ya que el espíritu de su restaurante, premiado como el mejor del mundo hasta en cinco ocasiones, continuará entre las paredes de la nueva Fundación de El Bulli.

"Este será el próximo reto, que incluso después de nosotros el restaurante siga", ha aseverado Adrià, que considera que estos siete meses de temporada, hasta el 31 de julio de 2011, son únicamente el final de una etapa ante un nuevo proyecto que empieza y ante el que asegura que están todos "muy emocionados".

El equipo de cocina de El Bulli -Adrià, los tres jefes de cocina (Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas), el segundo de a bordo (Eugeni de Diego) y más de 40 cocineros-, se reunieron como cada comienzo de temporada en la cocina de 350 metros cuadrados de El Bulli.

"Este año será un año muy especial porque no habrá nadie más como vosotros", ha dicho Adrià a todo el equipo de cocina, al que hoy se han incorporado veinte nuevos "stagers" (becarios), venidos de todos los rincones de España y el mundo, especialmente de Latinoamérica.

La temporada 2010-2011, la última como restaurante, servirá para despedir por todo lo alto a los clientes de toda la vida del restaurante -unas 7.000 personas-, que irán desfilando durante los próximos siete meses por el comedor del local de Roses, Girona.

Adrià ha apuntado que este año, además de tratar de emocionar al cliente a través de la gastronomía y de seguir creando, El Bulli se enfrenta al desafío de un nuevo reto: encontrar financiación privada para poder hacer posible su proyecto de fundación.