El centro Arts Santa Mònica de Barcelona se convierte desde hoy y hasta el próximo noviembre en un laboratorio culinario, gracias a la exposición "Materia Condensada. Cocinar Ciencia", realizada con la colaboración de la Fundación Alícia de Ferran Adrià.

Uno de los comisarios de la exposición Josep Perelló ha explicado que se trata de invitar al público a que vea cocina, gastronomía y alimentación con "ojos científicos".

El director del centro, Vicenç Altaió, ha subrayado, por su parte, que la cocina no sólo es arte. "Es, sobretodo, ciencia y experimentación".

Dividida en cuatro espacios diferentes, la muestra permitirá al público que se acerque al edificio de la Rambla a participar en una investigación científica sobre el gusto amargo o la memoria olfativa, así como degustar confituras y mieles de vino.

También podrá cocinar virtualmente con los elementos que se presentan y conocer, por ejemplo, cómo se lleva a cabo el proceso de la "esferificación", puesto de moda hace unos años por Ferran Adrià, y que se considera una técnica culinaria que permite dotar de una rigidez externa a un producto líquido gracias a un "gelificante habitualmente alginado".

Por otra parte, el químico y diseñador de olores Darío Sirerol ha convertido una pequeña parte de la segunda planta del Santa Mònica en un lugar en el que se puede oler el ambiente en silencio y adivinar diferentes aromas que proceden de unos cilindros metálicos.

Otra zona que llama la atención es la que se ha dedicado a los libros científicos relacionados con la cocina, el primero de los cuales data del año 1631, escrito por Denis Papin, con el título de "A new digester or engine for softening bones".

En el Santa Mònica, además, se hace referencia al libro de Nicholas Appert, publicado en 1810, sobre el baño maría como técnica de conservación de alimentos y a otro de Jean Anthelem Brillat-Savarin, que con el tratado de "Physiologie du gout", de 1828, indaga en la anatomía del paladar del comensal parisiense.

De los últimos años, hay un ejemplar del químico catalán Claudi Mans, titulado "La truita cremada. 24 lliçons de Química", así como un léxico científico gastronómico de varios autores.

La exposición cuenta con otro espacio en el que se cultivan diferentes productos como las clementinas de las Tierras del Ebro; los "calçots", de Valls (Tarragona); las alcachofas de El Prat de Llobregat (Barcelona); las fresas de la comarca del Maresme; las peras blanquillas de Lleida; el tomate de Mura (Barcelona); el "fesolet" de Santa Pau (Girona) y la patata de Gósol (Barcelona).

Durante la presentación de esta iniciativa, Perelló ha defendido que la cocina como espacio es siempre un laboratorio, "ubicado en todas las casas y donde se transforma la materia".

El otro comisario Pere Castells ha advertido que, sin embargo, que esta exposición no es de "cocina", si no de "precocina" y ha incidido en que se podrán degustar confituras o condimentos pero "no platos".

Este proyecto expositivo compartirá edificio con las obras del pintor holandés Pat Andrea sobre "Las aventuras de Alicia en el País de las Maravillas" y "A través del espejo", en la primera gran muestra institucional en Barcelona de este artista, considerado uno de los dibujantes figurativos más importantes de la actualidad.

Además, la fachada del Arts Santa Mònica cuenta desde hoy con una instalación del "Emiliana Design Studio", una especie de habitáculos, concebidos como punto de encuentro, descanso y desconexión en un espacio público.