Entre la formación que publicó el Ep "Goodbye Monroe!" y la que ganó hace unas semanas el Alisios Festival Pop no hay muchas diferencias, Claudia Álamo (voz y letras), Álvaro Jiménez Calaro (guitarra) -ambos en la imagen superior-, Javier Guerrero (batería) y Adrián Arvelo (bajo) conformaron la alineación titular de una banda que cambió su estructura con la entrada de José del Arco (bajo) por Arvelo. Además, David González (teclista) suele ser un colaborador habitual.

oodbye Monroe! tiene alas para volar. Bajo una apariencia de lo más cotidiana existen sensibilidades musicales que parecen estar reservadas a esos creadores que buscan imponer un lenguaje distinto.

Claudia, Álvaro, José del Arco, David González, Adrián Arvelo han creado alrededor de este proyecto una escenografía que destila calidad: en la sala de máquinas también hay un hueco para el guitarrista alemán Torsten de Winkel y el conejero Benito Cabrera, dos consejeros de altura para un conjunto que aún tiene margen para seguir creciendo bajo la sombra de una propuesta que combina la experimentación con unas sólidas raíces bluseras y rockeras.

La herreña Claudia Álamo, una voz rica en matices que se ha dejado oír en varias ediciones del "Bimbache Open Art", garantiza una frescura descomunal a una banda en la que se perciben influencias del rock psicodélico de Pink Floyd o el rock alternativo de Coldplay. Eso sí, sin perder de vista el decálogo de una buena formación que no se puede desligar de sus ataduras indie. "Una voz llena de registros, buenos músicos y composiciones frescas y bien trabajadas", enumera el guitarrista Álvaro Jiménez en relación al "esqueleto" musical de Goodbye Monroe!

"Contar con Claudia nos da un plus distinto porque ella transmite otras sensibilidades... Su voz nos hace ser un conjunto menos troglodita y, por supuesto, provoca que casi todo a su alrededor", aclara Álvaro en el transcurso de una conversación en la que también está presente la solista. "Al principio quería crear canciones anticrisis, es decir, letras divertidas que no tuvieran mucho que ver con lo que está pasando a nuestro alrededor, pero en Goodbye Monroe! vimos que mi voz podía transmitir un tono melancólico bastante interesante que le podía venir bien a la base blusera y rockera que aportaban los músicos del grupo", revela una creadora que, además de escribir canciones, también experimenta con la composición literaria.

El guitarrista tinerfeño Álvaro J. Calero, con una amplia hoja de servicios en múltiples formaciones del mapa musical local, presume de "tener buen ojo para estar siempre en el lugar adecuado. Yo no lo llamaría oportunismo, sino una visión personal para apostar por un proyecto. Con Claudia, por ejemplo, lo vi claro desde el principio. Era la cantante que necesitaba un proyecto de estas características y lo intentamos. Todo tenía una gran base de experimentación, pero al final dimos con una fórmula que nos ha funcionado bastante bien".

Álamo, que cuenta con algunas experiencias internacionales -con "Bimbache Open Art"- en territorio alemán, danés y estadounidense, cree que "haber ganado el Alisios Festival Pop nos va a dar mucha más visibilidad", dice en relación a la popularidad que ya se había creado Goodbye Monroe! en las redes sociales. "No nos queremos convertir en una banda que solo se preocupe de cerrar actuaciones, sino que buscamos dar un salto de calidad con unas composiciones propias y medir muy bien los tiempos de exposición al público", señala Claudia antes de que su compañero adelante algunos de sus planes. "Vamos a grabar con Multitrack, pero aún no tenemos claro la estrategia a seguir", especula. "Podemos hacer un disco con 10 temas o buscar la promoción de Goodbye Monroe! por medio de dos Ep que contengan cinco y cinco canciones. La duda es apostar por una aventura larga o buscar dos momentos. Eso es algo que vamos a tener que decidir los componentes del grupo".

A medio camino entre un rock blusero y unos canales de experimentación que aún están por descubrir, Claudia y Álvaro coinciden en "proteger" un producto que ya ha renunciado a participar en el ULL 2013. "No vamos porque ya tuvimos nuestra recompensa en el Alisios y algunos de los grupos con los que coincidimos en este festival van a estar en el ULL", dice Jiménez Calero.