La Universidad de Oviedo pondrá en marcha mañana un curso dedicado a repasar la obra y la figura de David Bowie que toma el título de uno de los álbumes con los que El Duque Blanco cambió la estética y el sonido del rock, "El hombre que vendió el mundo" (1970).

El curso, organizado por el Vicerrectorado de Extensión Universitaria, forma parte del ''Aula de música pop-rock'' que ha programado ya ciclos formativos dedicados a analizar a músicos como Nick Cave o tendencias como el punk o el britpop.

Las clases, que se desarrollarán en Oviedo, Gijón y Avilés con un límite de 80 alumnos por sede, serán impartidas por músicos como Igor Paskual, actual guitarrista de Loquillo; Pelayo Pastor (Los Guajes) o Lara González (Undershakers), entre otros.

David Robert Jones, su nombre auténtico, nació el 8 de enero de 1947 en Londres, en el seno de una familia adinerada y, hasta decantarse profesionalmente por la música, trabajó como diseñador, dibujante publicitario y actor.

Sus inicios van ligados a grupos como The King Bees, David Jones, The Lower Third o The Monkees, pero su talento interpretativo se nutrió del teatro de Lindsay Kemp, de cuya compañía formó parte entre 1967 y 1969, y de Marcel Marceau.

Ambos, y también el músico de "glam-rock" Marck Bolan, enseñaron a Bowie los secretos de la mímica, el travestismo y el arte del brillo y las lentejuelas que, junto con la guitarra, el saxo y los teclados, modelaron sus señas de identidad.

Según el director de curso, Eduardo Viñuela, existen pocas figuras de la historia del rock que hayan influido tanto en los cambios musicales de las últimas décadas como Bowie especialmente en una época como el final de los años sesenta en la que había dejado a un lado el sentido lúdico orientado al baile y se adentraba en los terrenos de otras exploraciones formales y conceptuales.

A su juicio, el Bowie de la primera época logra en cada disco un nuevo discurso y una nueva manera de mezclar influencias del pasado y nuevos hallazgos sonoros que marcarán el devenir de estilos, escenas y géneros del rock de los setenta en décadas posteriores al margen de su papel en el glam rock y la visibilización de la homosexualidad explícita en el panorama musical.

Su labor, añade Viñuela, va más allá de lo musical al tomar referencias de la filosofía, el cine, la literatura, la pintura y la moda y crear personajes, alter egos como Ziggy Stardust, o escenografías expresionistas como la de su directo en 1974.

"Bowie es un exponente de la proyección del músico como personaje, un maestro del arte de mentir, del simulacro y de las ambigüedades. Un camaleón con un mensaje postmoderno capaz de albergar multitud de significados y sentidos", asegura.

El curso tendrá un enfoque cronológico a partir de la edición de sus discos y abordando no sólo los aspectos biográficos del artista en cada momento sino el contexto social, político y económico de cada periodo, así como la evolución del panorama musical o las influencias de otras referencias artísticas en su obra.

En todas las sesiones se harán audiciones de canciones y visionado de vídeos y tendrán un formato conferencia-mesa redonda y se cerrarán a principios de enero con un cierto tributo en el que se interpretarán algunos de los temas más significativos de la carrera de Bowie coincidiendo con su fecha de cumpleaños, el 8 de enero.