El cineasta José Luis Garci ha reconocido hoy que él no está entre sus directores de cine favoritos y que le hubiera gustado "hacer una buena película", como considera que son, entre las españolas, "Tristana" o "El verdugo".

"Si a estas alturas no eres sincero, es un delito", ha subrayado Garci en conferencia de prensa, antes de recibir el V Premio de Cinematografía de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), que considera que se le ha otorgado, más que por su trayectoria como director, por la labor de difusión que ha llevado a cabo del cine, su "gran pasión".

Y es que, según ha hecho hincapié el director de "Volver a empezar", película por la que recibió el Óscar en 1983, se siente más espectador que cineasta. "He hecho 18 películas y he visto unas 27.000; por tanto soy, principalmente, un espectador".

Además, Garci (Madrid, 1944) ha dicho que es "muy difícil" que vuelva a dirigir una película, porque "hay gente más joven y con más posibilidades", porque "seguir trabajando es muy difícil por esta tremenda crisis" y, principalmente, porque considera que éste no es "su tiempo".

"Me gustaría retirarme con un programa dedicado al cine mudo", ha apuntado Garci con nostalgia de otros programas que ha dirigido en televisión, como "Qué grande es el cine", que estuvo diez años en antena. E incluso tiene título para ese proyecto: "Silencio en la noche".

Garci no elude hablar de sus películas, entre las que reconoce no tener una "favorita", aunque sí hay algunas secuencias que le "conmueven", pero no sabe si porque son "buenas" o si porque le hacen evocar los momentos cuando las rodó.

Pero Garci se deleita y ahonda más al hablar de las películas que despertaron su pasión por el cine, como las de John Ford o Alfred Hitchcock, entre otros, y que le llevan a asegurar que "el cine es el primer arte del siglo XX" y a opinar que algunas películas "deberían estar en el Prado o en el Reina Sofía".

Con nostalgia de aquellas salas de cine en las que se fumaba mientras se veía una película o a las que acudían las parejas para hacerse arrumacos, Garci lamenta que ahora las salas tengan "pequeñas pantallas", ante las que se sientan los espectadores comiendo patatas o palomitas que pagan "sin que quienes realizan las películas obtengan un beneficio de ello".

Por eso, Garci comprende que el público no acuda en masa a las salas como cuando el cine era un "artículo de primera necesidad" y prefiera "verlo en casa, en magníficas pantallas", como reconoce que hace él. Eso sí, no duda en apuntar que "bajarse" las películas de internet "es un robo".

El director, tras recibir el V Premio de Cinematografía, sintiendo que, por edad, ya está "en el cinturón de los homenajes", ha subrayado que en su trayectoria "el componente de suerte" ha sido "muy grande", porque "sin ir a las escuelas de cine" ha aprendido "viendo películas" y ha tenido la fortuna de "hacer películas".

"El cine de Hollywood es el que me ha amamantado", ha añadido Garci, quien ha reconocido que le ha gustado por encima del de otros países y "tanto como el fútbol", porque, según ha añadido, "si hubiera nacido diez años más tarde", se hubiera dedicado a este deporte. "El futuro está en el fútbol", ha añadido muy serio, aunque el público respondió con risas a su declaración.

Y es precisamente de fútbol sobre lo que escribe ahora, un libro formado por un "batiburrillo de recuerdos" en el que habla de Pele y Di Stefano, entre otros, y que se titulará "Soccer days". Y lo hace aceptando que le han quedado películas por hacer, como "Fortunata y Jacinta", de Galdós; "Sinuhé, el egipcio", de Waltari; o "El hereje", de Delibes.

Por su parte, el escritor Luis Alberto de Cuenca, en su "laudatio" sobre Garci ha hecho un repaso de los títulos del cineasta madrileño y ha opinado que sus 18 películas le sitúan en "la cumbre de la cinematografía".

Después ha añadido que José Luis Garci, junto con Luis Buñuel y Luis García Berlanga, son "tres luises que forman la triada capitolina del cine español".