"Springsteen & I" es el documental sobre Bruce Springsteen que se estrena el lunes en todo el mundo, en el que el director, Baillie Walsh, no ha grabado un solo fotograma, sino que lo ha dejado en manos de los fans del cantante, quienes han enviado los vídeos que conforman esta película.

"Hemos confiado en sus fans y desde luego no nos han decepcionado", ha explicado Walsh en una entrevista con Efe, tras asegurar que han recibido más de 2.000 vídeos que aspiraban a formar parte de este documental.

Producido por el británico Ridley Scott, en él aparecen historias que fueron importantes para muchos de sus seguidores, algunos hicieron realidad sus sueños al conseguir subir al escenario, darle un abrazo a "The boss" o cantar un tema con Springsteen, aunque para ello uno de sus fans tuvo que disfrazarse de Elvis Presley.

También se ven madres que tratan de inculcar la música del cantante a sus hijos o parejas que nunca pudieron asistir a un concierto de Springsteen pero coleccionan todo tipo de objetos relacionados con el músico estadounidense.

Todos ellos son relatos emocionantes que Walsh asegura que cuando los descubrió no le sorprendieron: "Suponía que serían historias increíbles, sentí un cierto alivio al verlas por primera vez".

Los seguidores de Bruce Springsteen son los verdaderos protagonistas del documental con historias que comienzan en España y que recorren Europa y América y que tienen como hilo argumental la devoción a este gran icono del rock.

"Creo que los conciertos de Bruce son espectaculares. Las tres horas y media que duran son como una experiencia religiosa.(...) Él coge numerosas peticiones del público y su ''set list'' genera enormes discusiones después de cada concierto", argumenta Walsh para quien todo el mundo, sea seguidor o no del cantante, debería asistir a uno de sus conciertos.

Para Walsh que el documental sea grabado por los propios seguidores del cantante no es algo casual. "No puedo pensar en otro artista que sea más apto para este concepto que Bruce Springsteen. Él adora a sus fans y su relación con ellos es totalmente única" defiende el director.

Un Bruce Springsteen que, según las palabras de Walsh, está realmente emocionado con el documental. "Él puso mucha confianza en nosotros, no exigió implicarse, ni participar. Ahora lo entiendo, él confía en sus fans", sostiene.

Desde luego, Springsteen aparece en este documental como un cantante cercano a sus seguidores, que trata de corresponder el cariño que le brindan y que aprovecha cualquier oportunidad para tratar de sorprender al público.

"Springsteen & I" termina, tras los créditos, con imágenes de uno de sus conciertos y un breve encuentro del cantante con algunos de sus seguidores protagonistas del documental, "es un bonito epílogo, es el final perfecto, porque algunos de los fans le conocieron entonces, después de tantos años", argumenta Wilsh.

Un director que reconoce que antes se creía un seguidor de Springsteen pero que tras este trabajo ha sabido lo que era ser realmente fan del cantante. "Estas personas han vivido con Bruce la mayoría de sus vidas. Yo lo que soy es un gran admirador suyo. Pensar que tiene 63 años y que continúa grabando su mejor música, me inspira. Es un gran hombre", reconoce.

Este largometraje es muy diferente a otros trabajos que ha realizado Walsh, ya que asegura que nunca había hecho una película en la que no tuviese que filmar y por ello cuando Scott se lo propuso no se lo pensó, "ni siquiera una hora".

"Consistió en poner mi talento en crear una película a partir de cientos de pequeños vídeos. Espero no haber decepcionado a nadie", apunta.

Baillie Walsh se dio a conocer al escribir y dirigir la película "Flashbacks of a Fool", protagonizada por Daniel Craig, pero su carrera ha estado directamente marcada por la música, ya que ha dirigido videoclips para artistas como Kylie Minogue, Boy George, Massive Attack o INXS.