Rodrigo Sorogoyen, que debutó en 2007 junto a Peris Romano con "8 citas", regresa ahora en solitario con "Stockholm", un largometraje rodado mediante la fórmula del micromecenazgo y que muestra cómo se relacionan los jóvenes a través del mano a mano actoral que mantienen Javier Pereira y Aura Garrido.

"Es una película muy pequeña, con trece días de rodaje y un presupuesto de 60.000 euros, pero hecha con mucho amor", ha señalado hoy en rueda de prensa Sorogoyen, que ha presentado la cinta en la sección oficial a concurso del decimosexto Festival de Cine Español de Málaga.

Todo el equipo técnico y artístico capitalizó su sueldo, por lo que nadie cobró y todos se convirtieron en productores, a lo que se sumaron las aportaciones de familiares y amigos y las recibidas a través de una página web de "crowdfunding" (financiación colectiva), fórmula ésta con la que recibieron unos 13.000 euros.

En total, entre 250 y 300 personas financiaron la película, con aportaciones entre los cinco euros -la mínima a través de la web- y los 2.000 euros.

"Quería hacer una película para ver cómo se pueden relacionar dos personas. Concibo las relaciones muchas veces como una lucha de poder, en la que siempre hay una violencia intrínseca, y lo bonito es cuando se puede capear y llevar bien", ha apuntado Sorogoyen.

Considera que la película es de los dos actores protagonistas, Javier Pereira y Aura Garrido, porque "sin ellos habría sido imposible sostener esos noventa minutos y el duelo que mantienen".

También lo considera un filme "muy generacional", y es que "todo el equipo estaba formado por gente joven, con una media de edad de menos de 30 años, y todo se fue contagiando".

"Tenemos curiosidad por ver cómo va a funcionar la película con gente de otra generación, porque te tienes que meter un poco para entender a los personajes, pero creo que puede interesar", ha agregado el director.

"Stockholm" no tiene todavía distribuidora, aunque su equipo está "abierto a todo" y también podría optar por una modalidad no convencional, como las plataformas de Internet, ya que "hay nuevas vías de distribución y hay que amoldarse a ellas".

Para Javier Pereira, el rodaje fue "especial" por las pocas jornadas, y en algunas "se hacían planos secuencia o escenas que tenían después ocho o diez minutos en la película", lo que requería "más concentración".

"Tenía miedo, al estar los dos actores solos, a no empatizar o a que a la gente no le llegara la química, porque no entrarían en la película y se cansarían todo el rato de las dos mismas caras", ha dicho Pereira, que cree que hubo un buen entendimiento con su compañera de reparto.

El personaje masculino "quiere conseguir algo y a veces hacemos todo lo que está en nuestra mano y no tenemos en cuenta al otro ni las vías o caminos para llegar a ese objetivo", ha afirmado el actor.

Aura Garrido ha resaltado lo "intenso" del rodaje y la "implicación" de todo el equipo al ser al mismo tiempo productores, por lo que pusieron a la película "mucho esfuerzo y mucho cariño".

"La película habla de cómo nos relacionamos entre los jóvenes hoy en día, y de cómo empiezan las relaciones sentimentales. Mi personaje empieza la película cerrada al amor y al juego de la seducción, y a lo largo de la película se va desarrollando por qué y hacia dónde", ha señalado la actriz.