El alcalde de La Laguna, el nacionalista Fernando Clavijo, no tiene excesiva prisa por alcanzar un acuerdo con otra fuerza antes de la toma de posesión de la nueva corporación, que tendrá lugar (en principio) el 11 de este mes. El líder local de CC medita en los últimos días si llegar a esa jornada sin un pacto, dado que tiene garantizada su elección como alcalde por la decisión del edil electo de Sí se Puede, Juan Miguel Mena, de abstenerse o votarse a sí mismo, con lo que se imposibilitaría un pacto alternativo a la designación de Clavijo como máximo mandatario.

A partir de ahí, Clavijo podría comenzar el mandato con un gobierno monocolor de CC en minoría. No es lo que más le agrada, dado que prefiere garantizar la estabilidad en todo momento, pero, debido a lo que pueda suceder con las elecciones generales y a que la composición del Ayuntamiento lagunero es más compleja que la de otros y mucho más difícil un pacto alternativo, está en condiciones de negociar con más pausa un acuerdo estable o seguir en minoría un tiempo.

Clavijo sigue prefiriendo el hermetismo y la cautela ante las distintas opciones que tiene ante sí. De todos modos, la posibilidad de llegar a la toma de posesión sin acuerdo e iniciar el mandato gobernando en minoría es cada vez más comentada en los círculos del gobierno, y tampoco se descarta en algunos de los grupos de la oposición.

De hecho, la primera disputa que se ha dado entre el PSC y la coalición que lidera Santiago Pérez (Socialistas por Tenerife-IUC-Verdes) por los 28 votos en discusión de una mesa de El Centenero -sufragios claves para determinar si los primeros tienen cinco ediles y los segundos dos de los tres del recuento inicial- ha demostrado la enorme dificultad, casi imposibilidad, de acuerdos alternativos, sobre todo por cuestiones personales y, en algunos casos, también ideológicas o de posición tras lo ocurrido con la ejecutiva insular del PSC.

Desde el domingo electoral, Clavijo se ha reunido o ha hablado en diversas ocasiones con representantes del resto de fuerzas que obtuvieron ediles. Si bien él prefiere mantener su continuo silencio, a EL DÍA le consta que estos contactos han reforzado su sensación de que no solo no habrá pacto alternativo, sino que puede abrir los próximos cuatro años con un gobierno en minoría mientras rastrea posibles pactos para el resto del mandato. Eso sí, todo puede cambiar si el acuerdo regional, sea de quien sea, conlleva otros en cascada que, probablemente, afecten también a Aguere.

De tratarse de un acuerdo con el PSC, las dudas siguen suscitándose y hasta hay temor en CC (y también entre algunos socialistas consultados por este periódico) sobre si sería comprendido por las bases de ambos partidos y aceptado por la mayoría de sus votantes. Es más, los hay en CC que, incluso, auguran un importante retroceso electoral en 2015 en favor del PP (en detrimento de sus apoyos) y de Santiago Pérez (que erosionaría mucho más voto del PSC) ante las dificultades para explicar y sobrellevar un acuerdo con una fuerza que ha sido muy crítica durante muchos años respecto a demasiados proyectos relevantes: Plan General, los sistemas viarios (especialmente las vías Exterior y de Ronda), Teidagua, cuestiones del área social, la gestión en Deportes y Cultura, los agentes de movilidad, conflictos con la Policía...

De haber acuerdo, sea con quien sea, es probable que Coalición Canaria quiera a toda costa seguir gestionando Hacienda y el área social.