Los cambios electorales decisorios, las sorpresas y los debates en torno a los pactos posteriores en un gran número de instituciones canarias han acaparado los focos mediáticos desde el pasado 22 de marzo, pero los comicios también dejaron situaciones llamativas que, hasta ahora, no han sido muy analizadas. Es el caso de la pérdida por parte de CC del único concejal que tenía en el municipio de El Rosario, con lo que los nacionalistas de esta localidad son los únicos en la Isla que no cuentan con representante en su ayuntamiento, algo que debería hacerles reflexionar mucho sobre su proyecto a escala local.

Sin duda, y aparte de que el sempiterno alcalde desde 1983, Macario Benítez (PSC), acapara buena parte del voto sociológico que los nacionalistas obtienen en otros municipios, resulta acertado concluir que el cambio de candidato de CC en El Rosario no ha sido muy entendido ni compartido por el electorado. Aunque siempre se ha mostrado respetuoso con la decisión de su partido y no ha hecho ni una declaración crítica, es evidente que el círculo más cercano al exedil José Luis Arregui, e incluso algunos grupos de la oposición, concibieron su descarte como candidato y como integrante clave en la plancha como un claro error que solo benefició a Benítez. De hecho, algunos concejales llevan tiempo elogiando la labor de Arregui, como lo ocurrido con la denuncia posterior de la Fiscalía por los contratos de personal presuntamente irregulares.

También se han escuchado en los últimos días voces que ponen en duda el perfil del candidato elegido, Manuel Hernández Acevedo, y la campaña desarrollada.

Por lo demás, el gobierno local garantizó su continuidad, pero con una mayoría absoluta por un único edil, con lo que deberá estar muy atento durante los próximos cuatro años. La atomización del voto y la entrada con fuerza de partidos como Sí se Puede, que obtiene un edil, así como la ola nacional del PP (que logró in extremis su tercer concejal) perjudicó en parte a los socialistas, que, no obstante, vencieron con holgura. El gran trabajo de oposición de IR-Verdes estuvo a punto de verse recompensado con un quinto edil, perdido a última hora.