La situación deficitaria que vive el sistema público de pensiones en España tiene algunas excepciones. Cuatro comunidades autónomas presentan más ingresos por cotizaciones sociales que gastos por el pago de prestaciones, por lo que estarían en condiciones de asumir una hipotética transferencia en esta materia. Una de ellas es Canarias, que si tuviera que afrontar el abono de las pensiones con sus propios medios, disfrutaría -al menos en las condiciones actuales- de un sistema sostenible.

El BBVA ha analizado en un reciente informe, Las pensiones en las comunidades autónomas, cómo ha afectado el envejecimiento de la población de las regiones españolas a sus posibilidades de sufragar las pensiones. Aunque el sistema es único en España -los cotizantes de todo el país aportan para abonar las pensiones de todos de forma solidaria-, la realidad es bien distinta en cada una de las comunidades autónomas.

"Existen fuertes diferencias en materia demográfica y económica entre regiones que acaban siendo salvadas gracias un sistema de reparto que aporta solidaridad interregional y, lo que es más importante, permite la sostenibilidad de las pensiones en muchas comunidades fuertemente envejecidas", precisa el estudio elaborado por José Antonio Herce, del Instituto BBVA de Pensiones.

En este análisis territorial, solo cinco regiones superan la ratio de dos afiliados por cada perceptor de pensiones, que es el umbral bajo el cual el sistema se encontraría en déficit. Se trata de Madrid, Baleares, Murcia, Navarra y Canarias, además de Ceuta y Melilla. Sin embargo, a tres de ellas -Navarra y las dos ciudades autónomas- esta proporción positiva no les basta para registrar balances positivos, puesto que no generan ingresos por cotizaciones suficientes para afrontar el pago de las prestaciones. Las otras doce estarían en situación deficitaria, "lo que seguramente les impediría hacer frente a sus compromisos de pensiones", advierte el BBVA.

Según los datos de la Seguridad Social que ha manejado el experto -correspondientes al año 2017-, Canarias aporta cotizaciones al sistema por un importe de 3.877,5 millones de euros, en tanto que el gasto en pensiones asciende a 3.712,7 millones, lo que arroja un saldo positivo de 164,8 millones.

LAS CLAVES

164 millones de superávit. La diferencia entre ingresos por cotizaciones y gasto por pago de pensiones ascendió en el Archipiélago a 164,8 millones de euros en 2017.

Dos por uno. También figura Canarias entre las pocas regiones -cinco- que tienen más de dos cotizantes por cada perceptor de pensiones.

En la publicación Las pensiones en las comunidades autónomas, el BBVA calcula, basándose en los datos de la Seguridad Social, los balances de los distintos territorios en esta materia, de los que se puede concluir cuáles -la mayoría- son receptoras de la solidaridad entre regiones y cuáles -solo cuatro- aportan los fondos necesarios, todo ello en el contexto de un sistema que es, en su conjunto, deficitario.

Las regiones con superávit son Madrid, con 2.074 millones de euros; Baleares, con 506,9; Murcia, con 231,8 millones; y Canarias, con 164,8. Las cuatro figuran -junto a Ceuta y Melilla y Andalucía- entre las que registran un menor índice de envejecimiento y, por lo tanto, una mayor proporción de población potencialmente cotizante.

En cuanto a las deficitarias -el resto-, el estudio elaborado por José Antonio Herce destaca la "preocupante" situación de Asturias, que muestra un desfase entre ingresos por cotizaciones y gastos por pago de prestaciones de 2.503,1 millones de euros. Se trata, apunta la investigación, de ingresos "manifiestamente insuficientes para afrontar el pago de pensiones desproporcionadamente elevadas en relación a su estructura laboral actual y que traen causa de un pasado industrial de altos salarios".

Según las estimaciones del experto, el balance de la cuenta de la Seguridad Social en España presentaba un saldo deficitario de 17.661,8 millones de euros en 2017.