La mayoría de los empresarios españoles espera aumentar su facturación durante este año, incluso a pesar de que una proporción cercana a la mitad prevé que la situación económica vaya a peor en los próximos meses, según refleja el informe Perspectivas España 2019, elaborado por KPMG en colaboración con la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). El trabajo se basa en una encuesta que recoge las opiniones de 1.030 presidentes, directores generales, consejeros, directivos y mandos intermedios de empresas ubicadas en España y que pertenecen a 25 sectores de actividades diferentes. Sus conclusiones certifican que crece la preocupación por problemas como el brexit, la ralentización económica en Europa, la recesión en Italia y las crecientes tensiones comerciales globales. De cómo sea el desenlace de esos problemas "dependerá la evolución de la economía internacional, europea y también la española", se refleja en el informe.

Las incertidumbres citadas explican que en la encuesta (realizada entre los meses de noviembre y enero) el 48% de los empresarios y directivos aventure que la economía se deteriorará en los próximos doce meses. Es un porcentaje superior en once puntos al que arrojó el sondeo publicado hace un año. El 45% de los encuestados espera que la situación se mantenga igual y solo el 7% (frente al 35% de 2018) predice una mejoría. Hay preocupación también por la incertidumbre política doméstica, por el desafío que representa el cambio tecnológico y por la aparición de problemas nuevos asociados a él, como la ciberseguridad.

Ante este complejo escenario, el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, hace el siguiente análisis: "Los directivos ven con cautela la evolución económica ante las previsiones de desaceleración y las incertidumbres geopolíticas, pero al mismo tiempo mantienen las inversiones en tecnología para acelerar sus procesos de transformación digital". A esto, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, añade: "Además de realismo y cautela, los empresarios contamos con el optimismo, la energía y la confianza para dirigir nuestras empresas a través de este entorno complicado en el que estamos".

El mensaje empresarial para este 2019 es, por tanto, de un optimismo comedido. El 69% considera que las ventas de sus empresas crecerán, aunque este grupo de optimistas ha menguado de un año para otro (77% en 2018). El deterioro de las expectativas se traslada, aguas abajo, a las previsiones de empleo. El 39% de los empresarios prevé aumentar las plantillas (45% en la encuesta anterior), mientras que el 40% las mantendrá estables y el 21% reconoce que abordará ajustes, en una proporción superior a la de hace un año (17%).

Casi la mitad de los empresarios y directivos (49%) tienen previsto aumentar las inversiones y el 37% estima desembolsos análogos a los de 2018. ¿Con qué destinos? La mayoría se centra en la digitalización de los negocios, un proceso del que no escapa ningún sector. Las empresas dan prioridad al análisis de datos, al impulso de las tecnologías de almacenamiento en la nube (cloud) y, en menor medida, a tecnologías más disruptivas, como la robótica o la inteligencia artificial.

La transformación digital es señalada en el estudio por el 55% de los empresarios como el principal reto que afrontan sus negocios a corto plazo. La gran mayoría (90%) responde que ya la ha puesto en marcha y cosechando resultados positivos. No obstante, emerge como inquietud creciente el problema de la ciberseguridad.

Buena parte de los directivos (el 47%) reconoce que la incertidumbre política española le ha llevado a frenar decisiones de inversión. Otro nada despreciable 22% de directivos asegura que por la misma razón ha paralizado la contratación de nuevo personal. El futuro político del país es la amenaza más citada por los encuestados para el devenir de la economía en los próximos meses.

Los empresarios reconocen estar muy preocupados por el impacto que la salida del Reino Unido del club de la Unión Europea pueda tener sobe sus negocios. La mitad de los encuestados dice mantener algún tipo de relación comercial con las islas británicas. Temen el golpe que puedan sufrir si hay un brexitduro, sin acuerdo, y que esto pueda traer barreras arancelarias y otros cambios regulatorios penalizadores, así como una contracción de la economía británica y depreciación de la libra.

Las expectativas varían por sectores. Las más optimistas son las empresas estrechamente ligadas al negocio tecnológico, las que están en el epicentro de la transformación digital. Las peores previsiones las anota la automoción debido a las incertidumbres ya comentadas. Desde un punto de vista de la facturación, son las compañías de seguros y las tecnológicas las que tienen las mejores perspectivas.

¿Qué piden las empresas a las autoridades públicas a la vista del panorama descrito? Entre las prioridades que debería abordar el Gobierno que salga de las urnas en materia económica figura la demanda de mayor simplificación de los trámites burocráticos. Las respuestas dan especial relevancia a la necesidad de adecuar los programas de formación a las competencias ligadas la innovación. Es importante también el porcentaje de empresarios que reclaman más incentivos para crear empleo y los que piden una reforma del sistema fiscal.

Hilario Albarracín, presidente de KPMG en España, concluye que "las dudas sobre cómo y cuánto puede durar la desaceleración global es lo que impone la cautela. Son demasiados los factores de incertidumbre y los riesgos geopolíticos que están todavía vivos y que irán evolucionando a lo largo de 2019". Y añade: "Capitaneando los barcos entre aguas revueltas, los directivos españoles afrontan además la transformación de sus modelos de negocio ante el impacto de las nuevas tecnologías disruptivas".

En la misma línea, el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, hace este diagnóstico: "La economía española terminó el año pasado creciendo a niveles importantes. Bastante por encima de los de la Unión Europea, pero el problema del que ya vienen avistando desde hace un tiempo los empresarios es que ese crecimiento es menor o tiene menos fuerza que años anteriores".