Han bastado dos meses y medio para que las fortunas del Archipiélago recuperen la mayor parte de las pérdidas sufridas durante el año pasado. Sus sociedades de inversión de capital variable (sicavs), vehículos de baja tributación a través de los que buscan rentabilizar sus patrimonios, se dejaron más de un 8% de media en 2018; principalmente en el último trimestre del ejercicio, cuando rozaron el -7% (-6,96%), según los datos que remiten de manera periódica a la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Especialmente doloroso fue el final de año para Galileo Capital, nueva denominación adoptada el mes pasado por Escopeldos. La sicav que preside Ignacio Díaz de Aguilar cayó un 20,93% en el periodo octubre-diciembre y un 26,46% en todo 2018. Prácticamente calcó el comportamiento global de los mercados, que descendieron un 20% desde los máximos que lograron tocar el pasado ejercicio.

En el extremo opuesto se situó Laurisilva, la sicav que capitanea Enrique Hernandis y que logró detener la sangría en el 4,03% anual. La mayor parte de las malas noticias, como sucedió a todas, le llegaron en el último tramo del ejercicio, cuando las pérdidas fueron del 3,60%.

Los expertos coinciden en atribuir a una sobrerreacción la abrupta caída de los mercados en el último cuarto de 2018. Como "una bola de nieve que se iba haciendo más grande y cada vez más difícil de parar", la define el socio director de Pharum Capital José Ignacio González. ¿Por qué merece que se tilde de reacción carente de mesura? Porque continúan sin resolverse las cuestiones que llevaron a los inversores a "pasarse de frenada", señala el director de Renta 4 Banco Gran Canaria, Mariano Sanginés.

La guerra comercial entre China y Estados Unidos terminará por resolverse porque no conviene a nadie, lo que no evita que continúen dándose pasos atrás de manera periódica. El último capítulo sobre el brexit aún está pediente de escribirse y muy cerca de llegar en un tiempo de prórroga de incierta duración. A todo ello se une la desaceleración económica, cuyo tamaño aún se desconoce y tratan de vislumbrar con continuas revisiones de sus pronósticos organismos internacionales y centros de estudios.

Sin embargo, el pánico que provocó la llegada de esa tormenta aparentemente perfecta se ha digerido. "Las carteras con mayor presencia de renta variable ya han recuperado hasta el 80% de las pérdidas", sostiene Sanginés. "El tamaño de la caída no estaba justificado", remata González.

Algo han cambiado las cosas desde que comenzó el pronunciado declive, pero no tanto como para explicar el bandazo a mejor. Ya nadie habla de recesión en el corto plazo, la salida desordenada de Reino Unido no parece factible y el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido prolongar su política de tipos bajos. El director de Renta 4 Banco Gran Canaria apunta que mantener barato el dinero puede generar "problemas a futuro", pero "resta nerviosismo" en el momento actual.

Sobre el discurrir del año, el propio Sanginés apunta que no puede esperarse que se mantenga el ritmo de crecimiento de los dos primeros meses. "Incluso, en marzo ya se nota una cierta fatiga", detalla. Y como los focos de riesgo se mantienen activos, González recomienda a los inversores "ajustar el perfil de riesgo, cautela con los sectores en que se invierte y asesorarse muy bien".