"Casi ningún factor será favorable este año". Con esta contundencia resumió ayer el presidente de CEOE-Tenerife, José Carlos Francisco, el panorama que espera a la economía canaria, nacional y mundial en 2019, según las previsiones de la patronal, que constatan que los dos principales motores que han impulsado al Archipiélago durante la recuperación -el turismo y la demanda interna- han empezado a caer y no transmiten signos de que vayan a dejar de hacerlo.

El empleo se verá damnificado por esta acumulación de circunstancias adversas, entre las que figura la reciente subida del salario mínimo interprofesional, que, según los cálculos de la CEOE, puede destruir al menos 12.000 puestos de trabajo en Canarias.

La confederación de organizaciones empresariales presentó ayer su informe de coyuntura referido al último trimestre de 2018, que incluye previsiones para el año en curso y confirma que la economía "se desacelera a un ritmo bastante pronunciado", advirtió José Alberto García, director de Consultoría de Corporación 5, firma que se ha encargado de la elaboración técnica del estudio, financiado por Cajamar.

La evolución negativa de los indicadores y el contexto de "inestabilidad" afectarán al empleo, que seguirá creciendo, pero a tasas cada vez más bajas, profundizando así en una ralentización en la creación de puestos de trabajo que se inició hace ya dos años. De esta manera, la patronal calcula que en 2019 "no se producirá prácticamente creación de empleo" -unos 2.000 más que en 2018- y que la tasa de paro finalizará el año por encima del 20%. En concreto, sus previsiones apuntan a un 20,8%.

Al mismo tiempo, el informe destaca el "impacto negativo" que, a su juicio, tendrá la subida del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros adoptada por el Gobierno socialista. Según CEOE-Tenerife- que aplica a las Islas los análisis de la AIReF, el Banco de España y la Comisión Europea-, la medida del Ejecutivo de Pedro Sánchez surtirá sus efectos desfavorables en especial en regiones con más población trabajadora de bajos ingresos e implicaría la desaparición de entre 3.000 y 12.000 empleos en Canarias.

Sin embargo, las previsiones de esos organismos no tienen en cuenta que la economía de la región crecerá solo un 1,2% este año -según los cálculos de la propia CEOE-, por lo que "cabe esperar que el impacto esté en el rango alto de esas estimaciones o incluso sea superior".

Solo uno de los factores económicos analizados en el informe es favorable: los bajos tipos de interés, que probablemente se mantengan hasta 2020, dijo el director de zona de Cajamar, José Fernando García.

La cada vez más patente desaceleración económica se reflejó durante el cuarto trimestre del año pasado en el dato de que el empleo solo creció en el sector público, mientras que se contrajo en el privado -más sensible a la ralentización del crecimiento-, algo que no sucedía desde 2011. Así lo destacó el director de Consultoría de Corporación 5, José Alberto León, durante la presentación del último informe de coyuntura económica de CEOE-Tenerife, del que se desprende que solo lo público "aportará algo de dinamismo a la demanda interna", debido al incremento de su consumo y al aumento de la inversión pública.

Este último aspecto -la inversión pública- sigue en niveles inferiores a los que se registraban antes de la crisis, pero su progreso en 2018 -un 15% más- ha permitido dar un impulso al sector de la construcción, el único que presenta "cierto atisbo de incremento de la actividad", señaló León.

Todos los indicadores relacionados con la construcción -visados de dirección de obra, licencias, licitaciones, consumo de cemento- crecen, pero también se encuentran muy lejos de los registros que se contabilizaban antes de la irrupción de la gran recesión, por lo que esta alza se produce "sobre bases muy reducidas".

El coordinador del informe llamó la atención sobre el "grave problema social" que, a su juicio, está creando la poca vivienda que se construye en Canarias. Si se pone en relación con el aumento de la población, afirmó, "hay una nueva vivienda por cada quince nuevos habitantes".

En cuanto al sector turístico, por primera vez en la última década se ha comportado peor que el conjunto de la economía, lo que "detrae potencial de crecimiento al PIB". La caída del número de visitantes proseguirá este año, según las previsiones de la patronal de la provincia. A ello contribuyen la recuperación de destinos como Turquía y Egipto, que "está lejos de haber concluido" y continuará durante 2019.