Hasta no hace mucho tiempo, cuando alguien tenía un proyecto empresarial con necesidad de financiación, lo normal era acudir a un banco para solicitar un préstamo. Hoy, tras la última crisis financiera mundial, la banca tradicional se muestra bastante reacia a prestar dinero para financiar empresas. Por eso se impone encontrar alternativas. Afortunadamente hay algunas fuentes de financiación que no dependen de que un banco conceda un crédito.

Anticipar el cobro de facturas pendientes

Muchas empresas que están en funcionamiento emiten facturas al cobro que pueden tardar algún tiempo en ser liquidadas. En realidad se trata de dinero que la empresa tiene, aunque puede que se necesite hacer efectivos los pagos cuanto antes, para que la cuenta no esté en números rojos o poder hacer frente a determinados pagos. El anticipo de facturas es una buena solución.

Este sistema es bastante sencillo, pues como su propio nombre indica, consiste en adelantar el pago de una factura en un plazo muy reducido de tiempo. Tras haber entregado una mercancía o prestado un servicio, se emite la factura al cliente, se contacta con la entidad que realiza el anticipo y en 24 horas está ingresado el dinero en la cuenta correspondiente. Hay dos formas de anticipar el cobro de facturas.

Por una parte encontramos el anticipo con recurso, en el que si hay falta de liquidez por parte del cliente que debe pagar, será la empresa la que tenga que hacerse cargo y devolver el dinero percibido.

La segunda opción, que es la más interesante, es un anticipo sin recurso donde es la financiera la que en caso de insolvencia asumirá la falta de liquidez y tomará las medidas que considere oportunas, sin que esto afecte a la empresa.

Descuento de pagarés, cobrar antes de plazo

De un modo similar al de anticipar facturas, el descuento de pagarés también es un adelanto con el que se puede disponer de capital retenido. En este caso se trata de adelantar el cobro de un pagaré, que retrasa los pagos por un producto o servicio y a menudo es algo inviable para la empresa que lo factura.

Otro de los beneficios de descontar pagarés es que se reduce el riesgo de que haya morosidad, o que por alguna razón no se liquide a tiempo y se produzca un desajuste en las cuentas y planes de una compañía.

También en este sentido se puede encontrar el descuento de pagarés con y sin recurso, con las mismas condiciones en caso de que haya problemas con la liquidación de los pagos.

Ventajas del anticipo de facturas y descuento de pagarés

Más allá de la financiación alternativa a la banca, lo cual es de por sí un beneficio importante, estas fórmulas ofrecen ventajas que las convierten en una opción muy interesante.

Para empezar, no hay que estar pendiente de cuándo se va a hacer efectivo el pago de una factura, que podría reducir el capital efectivo con el que cuenta la empresa. Lo normal es tener el dinero en la cuenta al día siguiente de la operación, con lo que no se incurre en números rojos que pudieran poner en riesgo la viabilidad de un negocio. Algo totalmente injusto, sobre todo cuando hay dinero pendiente de circular, retenido por quienes deberían hacer un pago.

Este es el segundo beneficio importante. Al tener liquidez en su cuenta, empresas y autónomos cuentan con un historial financiero saneado, que a menudo puede marcar la diferencia entre hacer posible o no un determinado proyecto.

Además, hoy es posible formalizar estas fórmulas a través de Internet, de forma rápida y sencilla. Por no hablar del ahorro de tiempo al no tener que acudir a un banco y esperar durante horas para ser atendido cuando se busca financiación.