Los conductores de los vehículos VTC han decidido retirar sus coches de la avenida Diagonal de Barcelona, donde ocupaban cuatro carriles desde hace diez días para rechazar la normativa del sector que promueve la Generalitat, si bien han avisado que en los próximos días reanudarán la protesta.

Los trabajadores de plataformas como Uber y Cabify han decidido abandonar la arteria barcelonesa después de reunirse con representantes de la Generalitat, en el mismo día en que se aprobará el decreto ley del gobierno catalán, que fija la obligación de contratar con un mínimo de 15 minutos de antelación los servicios VTC y habilita a los entes locales a ampliar el plazo.

"No podemos hacer más como trabajadores. Tenemos que reunirnos, analizar el decreto y ver qué impugnaciones podemos hacer, pero esto será una vez lo tengamos. Cuando esté publicado, a partir del jueves, será cuando podremos hacer cosas", ha expuesto el portavoz de los conductores VTC y representante de Cabify, Carlos Segarra.

Centenares de trabajadores se han concentrado desde primera mañana en la plaza Sant Jaume de Barcelona en un último intento de presionar al gobierno catalán para que no aprobara el decreto que, a su juicio, les condena a la desaparición.

Para mostrar músculo, los conductores de VTC han presentado a los representantes del Departamento de Territorio y Sostenibilidad más de 150.000 firmas a favor del sector, 10.000 de ellas en papel.

Después de que se les haya confirmado que el mencionado decreto saldría adelante, los trabajadores han decidido posponer cualquier decisión hasta que conozcan el detalle del texto, tras lo cual todas las empresas del sector convocarán asambleas.

En las últimas semanas, responsables de la patronal Unauto VTC, que agrupa a empresas como Uber o Cabify, han amenazado con medidas como despidos masivos e incluso abandonar la ciudad.

El portavoz de esta asociación en Cataluña, Josep Maria Goñi, ha anunciado que presentarán una querella criminal contra el gobierno de Quim Torra y contra la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Goñi ha comparado a la alcaldesa con un "personaje ruin y miserable" de la película "Ciudad sin ley" que deja que los "matones" se "apoderen de la ciudad" y les usa para sus propios fines.

"Queremos agradecer a todos los trabajadores de Barcelona su comprensión y su apoyo, porque ellos son los verdaderos usuarios y los que tienen derecho a elegir", ha subrayado Segarra.