El Tribunal Supremo ha acordado hoy que sea el cliente quien abone el impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) vinculado a la firma de una hipoteca, con lo que da un paso atrás en la reciente doctrina, dictada hace tres semanas, que imponía a la banca el pago de este gravamen.

Tras dos días de deliberaciones, el pleno de la sala de lo contencioso administrativo ha decidido, por 15 votos contra 13, rechazar los recursos planteados y recuperar la doctrina anterior a la sentencia del 18 de octubre, de modo que sea el hipotecado el que asuma la tasa.

En las sentencias, que se conocerán en los próximos días, el alto tribunal recupera el criterio vigente hasta el 16 de octubre, según el cual es el cliente quien se beneficia al inscribir la hipoteca en el Registro de la Propiedad y, por tanto, debe pagar la tasa.

En tres sentencias divulgadas el pasado 18 de octubre, el Supremo se desdecía de su doctrina anterior y optaba porque fueran las entidades financieras las que se hicieran cargo del impuesto, al considerar que el sujeto pasivo era el prestamista, y no el prestatario.

El fallo le costaba a los bancos la pérdida de 5.000 millones de euros de cotización bursátil en un solo día, y obligaba al presidente de la sala, Luis Maria Diez Picazo, a convocar un pleno que comenzó ayer y que se ha prolongado durante cerca de 16 horas.

Las asociaciones de consumidores se han apresurado a criticar el fallo, y Facua ha acusado al sector financiero de difundir mensajes "engañosos y alarmistas" para no tener que asumir el impuesto; asimismo, un portavoz ha mostrado su confianza en que, al igual que ocurrió con las cláusulas suelo, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea TJUE) hará justicia.

En cuanto a las entidades financieras, aparte de insistir en su voluntad de acatar las decisiones judiciales y de pedir seguridad jurídica, no se han pronunciado todavía de forma explícita sobre el fallo.

Si ayer, tras la primera jornada de deliberaciones del pleno, el principal indicador de la Bolsa española, el IBEX 35, subió un 0,20 % animado por el sector financiero, hoy la sesión ha transcurrido en sentido contrario, y el selectivo se ha dejado un 0,24 % y los 9.000 puntos lastrado por la banca, aunque cabe esperar que en la sesión de mañana recuperen el terreno perdido.

Lo que pedía la banca

El Tribunal Supremo ha decidido hoy que siga siendo el cliente quien pague el impuesto por la firma de una hipoteca, al igual que hasta ahora, lo que mantiene las reglas del juego en el mercado hipotecario y garantiza la seguridad jurídica, en línea con la demanda de la banca española.

En las últimas semanas, el presidente de la patronal bancaria española (AEB), José María Roldán, había insistido en la importancia de que la justicia fuera clara sobre quién debe hacer frente al impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD) que grava la constitución de una hipoteca.

De esa forma, consideraba que se evitaría que el mercado especulara y se produjeran pérdidas millonarias por las dudas sobre si la banca debía hacerse cargo ahora de ese impuesto y si se aplicaba una retroactividad que abría la puerta a que más de 1,5 millones de hipotecados reclamaran hasta 5.000 millones de euros pagados en los últimos cuatro años a las comunidades autónomas, que recaudan este impuesto.

Además, Roldán advertía de que si la banca pagaba a partir de ahora este impuesto -unos 640 millones anuales, según Moody''s-, posiblemente se replantearía su oferta comercial, lo que se interpretó como un encarecimiento de las hipotecas.

La banca no tenía claro que el Tribunal Supremo apostara finalmente por que el cliente siguiera abonando el impuesto, pero consideraba que si la justicia decidía que correspondía a la banca no lo fuera con carácter retroactivo.

El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, no veía ninguna razón para aplicar esa retroactividad llegado el caso, al igual que su homólogo en BBVA, Carlos Torres, que insistía en que no tenía ningún sentido penalizar a quien ha cumplido la ley y aplicar un cambio a hechos pasados, la misma tesis defendida por el número dos en Banco Sabadell, Jaime Guardiola.

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ahondaba en esta idea y consideraba que la banca "no entendería" un fallo retroactivo, mientras que el consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, subrayaba que la banca ha actuado de forma correcta durante los últimos 23 años.

Desde Bankinter, su máxima ejecutiva, María Dolores Dancausa, calificaba de "insólita" la situación creada por la justicia a mediados de octubre, cuando por sorpresa, adjudicó el impuesto de la hipotecas a la banca, pues con ella perdían tanto las instituciones, como los bancos, los clientes y la economía en su conjunto.

Sobre esta cuestión, la ministra de Economía, Nadia Calviño, consideró que podía ser "muy atractivo y fácil" contraponer el interés de los ciudadanos y el de los bancos.