Iberdrola inaugura este lunes el parque eólico marino Wikinger, en aguas alemanas del mar Báltico, con una potencia de 350 megavatios (MW), capacidad para suministrar energía a 350.000 hogares, y en cuya construcción y puesta en marcha se han invertido 1.400 millones de euros.

Las instalaciones serán inauguradas en un acto en el que el grupo energético español estará representado por su director general de Negocios, Francisco Martínez Córcoles.

Wikinger, situado en la costa noreste de la isla alemana de Rügen, es el primer proyecto eólico marino que Iberdrola ejecuta en solitario y fue conectado con éxito a la red eléctrica alemana a finales de 2017.

El parque cuenta con 70 aerogeneradores y es capaz de suministrar energía renovable a unos 350.000 hogares, cuyo consumo equivale a más del 20 % de la demanda del Estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, donde está situado.

La construcción del parque ha requerido la instalación en el lecho marino de 280 pilotes, de 40 metros de longitud y 150 toneladas de peso, construidos por la empresa asturiana Windar.

Los aerogeneradores, de 620 toneladas, se apoyan en 70 cimentaciones, que han sido fabricadas por la danesa Bladt, en su astillero de Lindo (Dinamarca), y por la española Navantia, en los de Fene (La Coruña).

Por su parte, las turbinas, que tienen 5 MW de potencia, han sido fabricadas por la empresa Adwen en sus plantas de Bremerhaven y Stade (Alemania).

Además, Navantia ha construido, en sus instalaciones de Puerto Real (Cádiz), una de las infraestructuras clave del parque, la subestación marina "Andalucía".

Esta instalación, que pesa 8.500 toneladas (más que la Torre Eiffel y la Estatua de la Libertad juntas), es el centro energético del parque y será utilizada conjuntamente por Iberdrola y 50 Hertz, el operador del sistema eléctrico alemán.

Iberdrola tiene también un centro de operación, control y mantenimiento del parque Wikinger -que evitará la emisión a la atmósfera de casi 600.000 toneladas de CO2 al año- en el puerto de Sassnitz.

Dos cables submarinos conectan la energía del parque con la subestación terrestre de Lubmin y se han instalado más de 80 kilómetros de cables submarinos entre los aerogeneradores.

Iberdrola está acometiendo fuertes inversiones en energía eólica marina en países como Reino Unido, Alemania y Francia.

Actualmente tiene en construcción en aguas británicas del Mar del Norte el megaproyecto East Anglia, que se divide en cuatro áreas y que, cuando se culmine, supondrá una potencia instalada total de 3.514 MW.

Además, en la bahía de Saint-Brieuc, en la región francesa de Bretaña, construye un parque eólico marino, de 496 MW de potencia instalada que suministrará energía a 850.000 hogares.

En Alemania, inició en septiembre pasado la campaña geotécnica para la construcción del parque eólico marino Baltic Eagle, de 476 MW, su segundo gran proyecto marino en Alemania.

Baltic Eagle y Wikinger serán capaces de producir energía suficiente como para atender el 45 % del consumo eléctrico total del Estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental.

La construcción de Baltic Eagle se la adjudicó Iberdrola, junto a la de otro parque, Winkinger Süd, éste de 10 MW, en la segunda subasta pública organizada por la Agencia Federal de Redes (Bundesnetzagentur).

La inversión en estos dos nuevos parques en el Báltico superará los 1.000 millones de euros, según fuentes del sector.

Además, en mayo pasado Iberdrola consiguió, a través de la sociedad Vineyard Wind, en la que participa con un 50 % a través de su filial estadounidense Avangrid, el permiso de las autoridades del Estado de Massachusetts para construir un parque eólico marino de 800 megavatios (Mw) en la costa este de Estados Unidos.