Una campaña anónima a través de la red social Facebook ha dedicado más de 250.000 libras (285.000 euros) a oponerse al acuerdo sobre el "brexit" que espera firmar con Bruselas la primera ministra británica, la conservadora Theresa May, reveló hoy el diario "The Guardian".

La publicidad exhorta a los votantes a presionar a los diputados de sus circunscripciones electorales para "tirar a la basura el plan de Chequers", en referencia a la propuesta británica sobre las condiciones de salida de la Unión Europea (UE).

Ese plan, que propone un área de libre intercambio de mercancías con la UE, ha sido criticado por el sector más euroescéptico del Partido Conservador británico.

May espera llegar a un acuerdo con Bruselas en las próximas semanas y someterlo entonces a votación en el Parlamento, donde puede encontrar problemas para lograr una mayoría, dado que una facción de su propio partido se opone al proyecto.

La campaña en Facebook, que puede haber llegado a 10 millones de votantes británicos según la estimación de "The Guardian", incluye un enlace que facilita el envío de un correo electrónico al diputado de la circunscripción de cada usuario de la red social.

"En las dos últimas semanas he recibido una cascada de cerca de 50 correos, algunos de ellos intimidatorios, que me exigen que desprecie Chequers y vote por un ''brexit'' de verdad", explicó al diario británico el diputado laborista Paul Farrelly.

La existencia de esa campaña fue descubierta por la agencia británica 89up, que gestiona la comunicación de organizaciones no gubernamentales y divulga información sobre causas humanitarias.

"Facebook asegura que está luchando contra las noticias falsas, pero los individuos o grupos con intereses políticos todavía pueden actuar de forma completamente anónima en su plataforma y llegar a millones de personas", dijo un portavoz de esa agencia a "The Guardian".

La campaña en la red social está gestionada por un grupo llamado Mainstream Network, que gestiona una página web de noticias sobre el "brexit" que comenzó a funcionar el pasado febrero, si bien no se ha podido determinar quién es el responsable de ese proyecto, según el diario británico.